No es el único embutido de cordero en el mundo, pero sí uno de los pocos con tradición en España. Prima lejana del haggis escocés o más lejana aún del merguez bereber, la girella o gireta (en Lleida) o chireta (en Huesca) es una rara butifarris en el panorama del embutido patrio, dominado de manera aplastante por el cerdo salvo en casos muy aislados, como los mondejus y el txuri ta beltz vascos y navarros. Se elabora con distintas partes del cordero, arroz y aderezos varios, y ha servido desde tiempo inmemorial para aprovechar hasta el último trozo del bicho.
Poco conocida fuera de su ámbito, la girella está siendo reivindicada en los últimos años como lo que es: una delicia. En el Pallars Jussà, una de las comarcas en las que tiene más arraigo, nuevos productores y cocineros tratan de popularizarla y mejorarla. Si quieres conocer su historia, ver cómo se hace y las exquisiteces que se preparan con ella, no tienes más que dar al play en el vídeo de arriba.