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Verduras salteadas con romesco de calabaza y gremolata

En otoño tenemos a nuestra disposición productos de temporada tan deliciosos como las setas o las coles. En la receta de hoy les sacamos provecho para hacer un plato de lo más otoñal.

¿A quién no le va a gustar unas verduritas salteadas?
¿A quién no le va a gustar unas verduritas salteadas?CLARA P. VILLALÓN

Las verduras de otoño tienen un no sé qué que las hace absolutamente deliciosas: lo bueno de esta receta es que permite utilizar las que tengamos a mano y las que más nos gusten. Hablamos de setas, calabaza, coles de todos los tipos, alcachofas, berenjenas, las pencas de las acelgas -o incluso sus hojas-, boniato o endivias que nos darán muchísimo juego. Hay algunas frutas de temporada que también se pueden colar por aquí: castañas o caquis, por ejemplo.

Es importante que las verduras sean de temporada, y si son de cercanía y de productores de confianza todavía mejor: el sabor cambia muchísimo, y se pueden descubrir matices que antes no habíais probado (triste, pero cierto). Partiendo de la misma preparación -horno + salsa- estas verduras podrán ser después de invierno, de primavera o de verano: irán cambiando cada estación, mes o semana, versionando también la salsa. ¿Qué tal suena prepararla con melocotón en verano?

Es importante saber que si alguna verdura requiere una cocción previa, como por ejemplo las alcachofas, la coliflor, las pencas, la zanahoria o la calabaza, se corta en cuadrados pequeños y se cuece durante aproximadamente cuatro minutos en agua hirviendo con sal: la idea es que quede al dente. En frío, bien tapada con papel, se conserva perfectamente, y después se saltea con todas las demás. También podríais asar las verduras directamente en el horno y evitar salteados pero perderéis ligeramente el crujiente de esa mordida de un salteado a fuego alegre, en el wok mejor que mejor. Podéis condimentar las verduras con diferentes especias, con un poco de aceite de sésamo, pimentón o la adictiva salsa kimuchi (base de kimchi).

La calabaza le dará al romesco un punto dulce: emplear pimientos del piquillo facilita la tarea y también da un fondo especial de sabor a esta salsa clásica en la que no puede faltar el ajo, el pan o los frutos secos. Para rematar por encima la gremolata le aportará ese punch de hierbas-ajo-limón que levanta todo y lo hace alegre, divertido y que se quiera seguir comiendo constantemente.

Dificultad: Poca, de verdad de la buena

Ingredientes

Para 4 personas

  • ½ coliflor
  • 1 puerro
  • 4 setas shiitake
  • ½ col romanesco o brócoli
  • 1 zanahoria grande
  • 1 cebolla
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta negra

Para la salsa romesco

  • 200 g de calabaza
  • 2 tomates pera
  • 5 pimientos del piquillo
  • 2 dientes de ajo
  • 100 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 35 ml aceite de piquillo (el que viene en la lata)
  • 20 g de avellanas tostadas
  • 20 g de almendras tostadas
  • 20 g de pan tostado
  • 2 cucharadas de vinagre de vino blanco
  • Pimienta negra
  • Sal

Para la gremolata

  • 2 cucharadas de perejil
  • 1 diente de ajo
  • 15 anacardos
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 cucharada de zumo de limón
  • Ralladura de limón al gusto
  • Sal
  • Pimienta negra

Instrucciones

1.
Para la salsa romesco: asar los pimientos de piquillo con los ajos, la calabaza troceada pequeña, los tomates troceados y el aceite en una bandeja de horno, con sal, durante 20 minutos a 180ºC. Cuando estén listos, y la calabaza bien tierna, triturar todo lo asado con los aceites en un vaso americano o con una batidora de mano. Añadir el resto de ingredientes y batir todo bien: poner a punto de sal y pimienta negra y reservar.
2.
Para la gremolata: triturar todos los ingredientes en un robot de cocina tipo picador o con un mortero, poner a punto de limón al gusto de cada uno. Reservar.
3.
Trocear las verduras en trozos pequeños y hervis la coliflor, la zanahoria y el romanesco (o brócoli) en agua con sal durante cuatro minutos. Enfriar rápido.
4.
En una sartén a fuego alegre con aceite de oliva saltear el puerro y la cebolla, hasta que empiecen a estar tiernos. Añadir entonces las setas shiitake troceadas y seguir salteando, seguir con las verduras hervidas y seguir salteando, añadiendo un poco de sal.
5.
Servir las verduras sobre la base del romesco de calabaza y terminar por encima con la gremolata. Se podrá aproximadamente en cada plato 160 gr de verdura, 60 gr de salsa romesco de calabaza en la base y un par de cucharaditas de gremolata para terminar.

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