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Gazpachos envasados, de peor a mejor

Cuando el sol aprieta en verano, esta sopa fría siempre está ahí para ofrecer frescor y alimento. Para quienes prefieren comprarlo de bote, hemos probado y puntuado 21 gazpachos industriales.

Mirad cómo deja huella por donde pasa
Mirad cómo deja huella por donde pasaCARLOS DONCEL
Carlos Doncel

En las tardes veraniegas en las que el sol abrasa a buena parte de España, el gazpacho es esa higuera que da fresco y alimento a quienes no tenemos tierras. Tomates, pimiento, pepino, cebolla, ajo, vinagre y, quien quiera, agua y pan: todos ingredientes baratos y fáciles de encontrar para una receta más demócrata que algunos partidos que acuden al Congreso. Porque el gazpacho refresca y nutre a quien colecciona ferraris como cromos de Panini y a la familia que llega justa a final de mes; lo beben los que están de vacaciones y, gracias a su sencilla y rápida elaboración, esos que llegan tarde al curro; un jornalero en el campo andaluz y un ejecutivo del Ibex en su despacho; lo aman los veganos y los que desayunan hamburguesas a diario; los que están a dieta y los que ni se lo plantean. El gazpacho, en su sabrosa y sana humildad, une.

Pero hay que recordar que estamos en la era de la inmediatez y la vagancia, y los hay que prefieren comprarlo ya envasado antes que prepararlo en casa. Y no son pocos: de enero a julio de 2020 se consumieron en el mercado 32 millones de litros de gazpacho industrial, según datos de Nielsen recogidos por la agencia Europa Press. Una cantidad que no cuenta el que se elabora en el hogar, que también daría para llenar unas cuantas piscinas olímpicas.

Para todos esos flojetes y flojetas que preferís beber gazpacho de bote hemos elaborado una lista con 21 diferentes ordenada de peor a mejor. La cata, realizada por el núcleo duro comidister, es tan subjetiva como la alineación de la selección española, y si no nos ponemos de acuerdo con Marcos Llorente, ni hablemos sobre qué gazpacho está más bueno. Después de beber vasos y vasos y de soportar alguna que otra repetición, la clasificación gazpachera es esta:

Gazpacho de mango, de Collados

El mango está rico y es muy sano. El gazpacho, también. Ahora, mezclar mango dulzón y gazpacho y meterlo en un bote quizá no sea tan buena idea. O eso al menos piensa la responsable de las redes comidistas, Patricia Tablado, que asegura que se dejó llevar por “el color exótico” del producto y porque su pasión por esta fruta. Al final resultó que esta versión de Collados “está extremadamente dulce” y que “el sabor del mango tapa por completo al resto de ingredientes”. Me ha dejado de hablar. Puntuación: 1. Precio: 3,25 euros el bote de 750 ml.

Gazpacho Bo de Debó

Según cuenta la editora jefa comidister Mònica Escudero, el gazpacho Bo de Debó era un primer plato habitual en el espacio de trabajo al que acudía hace 10 años. Eso era antes, porque en una década este producto ha cambiado bastante: “Cuando lo probé de nuevo esperaba encontrar ese sabor reconfortante y nada más lejos de la realidad: la alarma de EMOSIDO ENGAÑADO se encendió a máximo volumen. Textura rarísima y sabor aguado y hasta un poco rancio”, describe Mònica. El agua es el segundo ingrediente más presente en esta elaboración después de un “raquítico” 40% de tomate, y, para rematar, “un poquito de goma xantana para darle el cuerpo que no tiene y el regustillo a conserva baraturria del ácido ascórbico”, tal y como apunta Escudero. Los tiempos pasados, al menos en Bo de Debó, siempre fueron mejores. Puntuación: 1,5. Precio: 2,99 euros el bote de un litro.

Gazpacho Bonarea

“La sensación de pasteurizado destaca por encima del sabor predominante del pimiento y el pepino”, comienza a describir Mònica Escudero. Para la editora comidista, el gazpacho que hacen en Bonarea “deja el mismo regusto molesto que los demás pasteurizados, y repite muchísimo”. “Mi hijo mayor lo bautizó como 'gazpacho universitario', pero no porque parezca que tiene una carrera, sino porque parece algo barato para cuando no quieres cocinar pero tampoco le pides nada a la vida”, comenta Mònica. Tanto ella como su hijo tienen claro que no repetirían jamás y que en pocos días presentarán una denuncia contra mí por animarles a participar en esta cata. Fantástico. Puntuación: 2. Precio: 1,44 euros el brick de un litro.

Gazpacho de sandía, de Alvalle

Lo primero que cabe destacar es que este gazpacho lleva tomate, agua y sandía. Os podéis imaginar: está acuoso como la piscina de olas del Aqualand Bahía de Cádiz. Al abrirlo llegan aromas a cartón mojado y a sandía olvidada en la nevera, algo que se confirma en el primer trago. Puede que esté equivocado y que mañana le den la medalla de oro en los World Gazpachos Awards en la categoría With Other Things, pero a mí no me ha gustado absolutamente nada. No lleva ajo ni vinagre y juro que se me repitió más que un remordimiento. Puntuación: 2. Precio: 3,30 euros el brick de un litro.

Gazpacho suave Chef Select, de Lidl

El etiquetado nos informa de que este gazpacho lleva un 75% de hortalizas frescas, sin especificar la cantidad de cada una de ellas, pero según Mònica Escudero, “por el sabor podría estar hecho de tristeza y el corazón de tu ex”. Para esta experta gazpachera predominan el pimiento y el pepino, “si no fuera porque el regustillo a pasteurizado se lo come todo”. Además, el segundo ingrediente es agua, y el tercero, solo un 2% de aceite de oliva. Resultado: un aguachirri en el que, por supuesto, “el punto de vinagre ni está ni se le espera”. Puntuación: 2. Precio: 1,19 euros el brick de un litro.

Gazpacho de cerezas, de Collados

Patricia Tablado también se dejó engatusar por los coloridos encantos del gazpacho de cerezas que produce Collados. Y como con el de mango, la cosa no salió muy bien: “Es el horror dulce. A ver, ya sé que las cerezas son dulces, pero al ver la lista de ingredientes el primero es cerezas, el segundo es tomate y el tercero es azúcar de fruta”, dice la encargada de las redes comidisteras. Lo único aceptable según Patricia es la textura, porque “el sabor no recuerda en nada al gazpacho, aunque no es lo suficientemente dulce como para hacer polos helados con él”. Puntuación: 2 en gazpacho por el color. 2 en líquido para hacer polos. Precio: unos 3 euros el bote de 750 ml.

Gazpacho al punto, de Día%

Las malas noticias gazpacheras no terminan para Mònica. En este caso es el gazpacho al punto de los supermercados Día%, que “sabe a pasteurizado” y en el que “todos los sabores están aplanados”. El porcentaje de cada hortaliza es de un misterio tal, que Dan Brown podría sacar una saga entera con él, y además solo lleva un 2,2% de aceite de oliva. En resumen, tal y como apunta Escudero, “tiene un punto de acidez raruno, deja un regusto desagradable y se repite mucho”. Puntuación: 2,5. Precio: 1,39 euros el litro.

Gazpacho de fresa, de Bonarea

Seguimos con gazpachos con frutas que suspenden en esta convocatoria, porque Mònica le ha plantado un treh al de fresa de la marca Bonarea. La principal razón para mandarlo a la recuperación gazpachera de septiembre es que resulta “mucho más dulce que los demás, en exceso, y no solo por la fresa: tiene fructosa añadida, y se nota”. Entre sus ingredientes, la fresa representa el 50% del total, una cantidad que hace que se aprecie bien su sabor en esta sopa fría. En cuanto a la textura, según Escudero es muy ligero a pesar de que no se utiliza agua en su elaboración, por lo que se puede deducir que está en parte colado o filtrado. Ni los trabajos voluntarios ni la asistencia lo libran. Puntuación: 3. Precio: 0,99 euros una tarrina de 300 g.

Gazpacho andaluz, de Hacendado

“Este gazpacho de Hacendado, para mi gusto, deja bastante que desear en comparación con otros que he probado”, asegura el comidister Josep Navarro, que comenta que al menos viene en un pack de tres, “perfecto para llevarte alguno de excursión o al trabajo”. Para Josep la textura no dice mucho: “Es como la de un zumo industrial espesito, sin apenas trazas de la verdura que se utilizó para hacerlo, quizás porque lleva bastante agua”. Y del sabor afirma que el ajo no está tan presente como le gustaría y que el tomate “sobresale demasiado por encima del resto de vegetales”. Puntuación: 4. Precio: 1,68 euros el pack de tres bricks de 330 ml cada uno.

Gazpacho ligero, de Santa Teresa

El ayatolá comidista Mikel López Iturriaga sentencia que no compraría ni muerto un gazpacho que se vende con el nombre de “ligero” y el viejunísimo reclamo de llevar “un 50% menos de calorías”: “Ellas no determinan si un alimento es saludable o no, y contarlas es una absurdez que no sirve para ni para adelgazar ni para nada que te lleve por buen camino. Para transformar este gazpacho en light han reducido un 30% la cantidad de aceite de oliva, un sinsentido siendo, además de una de las grasas más sanas que existen, un ingrediente básico en esta sopa fría”. Dicho esto, Mikel asegura que si te lo tomas pensando en un zumo de tomate envasado ligeramente aliñado, no está mal. “Y si le echas vodka para perpetrar un bloody mary verdulero, todavía mejor”, comenta. Puntuación: 4. Precio: 3,25 euros el tetrabrick de un litro.

Gazpacho tradicional, de El Corte Inglés

Este gazpacho es tan espeso que me ha dejado una tortículis severa esperando a que se deslizara por el vaso. Vale que haya a quienes les guste una textura más densa, pero es que este de El Corte Inglés parece un salmorejo. Y como es obvio, se nota que es industrial: el sabor es más plano que una carretera recién asfaltada, nada destaca demasiado por encima de otro ingrediente, y no se aprecian esos toques de vinagre, ajo, pepino o pimiento que uno espera encontrar cuando toma gazpacho. Nada. Lo anodino. Una tortuga como mascota. La homogeneidad hecha sopa -o crema, en este caso- fría. Puntuación: 4. Precio: 2,55 euros el brick de un litro.

Gazpacho tradicional, de Aldi

Lo primero que llama la atención es el color rojo intenso y que no está del todo bien emulsionado. La textura, algo líquida, aunque es bastante aceptable en ese aspecto. Ahora, de sabor me podrías dar un cambiazo con el de El Corte Inglés y no lo notaría, se nota a millas náuticas que es industrial. Por decir algo, se aprecia un poquitín más el vinagre y el pimiento, pero tampoco es un despiporre de matices hortofrutícolas este gazpacho, la verdad. Destaca lo mismo que yo si jugara en Los Ángeles Lakers. Puntuación: 4. Precio: 1,19 euros el litro.

Gazpacho BIO, de El Corte Inglés

Solo con abrir el tapón de este bote de plástico ya huele mucho a tomate y a pimiento. Buena señal. La textura es bastante densa, te dan ganas de comerlo con cuchara, y tiene ese punto grumoso que imagino que dejan para que parezca más artesano. Tras el primer sorbo -o la primera cucharada- se nota que sabe mucho a tomate, algo a pimiento y un poco a ajo, así que bien. Es cierto que yo tengo una concepción más líquida del gazpacho, pero para un momento de vagancia extrema y sofá no está malote. Puntuación: 6. Precio: 2,45 euros el bote de 750 ml.

Gazpacho gourmet, de Alvalle

Sobre la versión clásica de Alvalle ya habló e incluso dio la receta nuestra Mònica Escudero, así que Mikel López Iturriaga se decantó por catar la gama gourmet de esta marca murciana. “Hacía siglos que no compraba mi gazpacho favorito en los años en que no tenía tiempo para hacer gazpacho, y el reencuentro ha sido bastante feliz. De textura cremosa, con sabor nítido a tomate, equilibrado en aliño y moderado en ajo y pimiento, me sigue pareciendo el mejor de la marca con diferencia, aunque no sea canónico por llevar almendras”, apunta el secretario general del Partido Comidista. Ahora bien, Mikel avisa de que no está tan bueno como el casero, pero “sin duda es una apuesta segura para cuando te invade la pereza”. Puntuación: 7. Precio: en torno a los 4 euros el brick de un litro.

Gazpacho fresco al punto, de Día%

La editora comidister Mònica Escudero asegura que se nota mucho la diferencia con la versión pasteurizada del supermercado Día%: “Hasta el color que tiene, de un rojo rosado, es mucho más agradable que el otro”. “Está bastante bueno, y más teniendo en cuenta que solo cuesta 50 céntimos más: 2,25 razonabilísimos euros. Tiene casi un 5% de aceite de oliva virgen extra, y se nota un poco el ajo, está sabroso”, describe Mònica. El segundo ingrediente es agua, por eso la textura que presenta es muy ligera, y, aunque “tomatea un poco”, según Escudero “la relación calidad-precio es buenísima”. Puntuación: 7 (por la relación calidad-precio). Precio: lo ha dicho Mònica, 2,25 euros el litro.

Gazpacho fresco, de Carrefour

“Este correctísimo gazpacho se beneficia, sobre todo, de no haber pasado por el proceso de pasteurizado, y sabe a lo que tiene que saber: tomate crudo, aceite y vinagre con leves toquecillos de pimiento, pepino, cebolla y ajo”, elogia Mikel López Iturriaga. Otros puntos a favor que remarca son que “no está rebajado con agua” y que “si su aliño no es tu preferido acepta tuneos caseros sin mayores problemas”. El AOVE que lleva puede que no sea el mejor del universo, pero como dice López Iturriaga, “a un gazpacho que cuesta 2,5 euros el litro tampoco le puedes pedir aceite de primera extracción en frío de aceitunas tempranas de olivos milenarios. Buenísima relación calidad-precio". Puntuación: 7. Precio: 2,5 euros el litro.

Gazpacho tradicional, de Don Simón

“Sabemos que un gazpacho de bote -por muy rico que esté- nunca va a ser tan natural como uno casero, pero es de justicia decir que los ingredientes son exclusivamente hortalizas frescas, AOVE, vinagre de vino, sal y ajo, es decir, no hay añadidos cuyo nombre desconocemos”, destaca Josep Navarro. Y según comenta, esto se refleja en el sabor de esta sopa fría, “mucho más conseguido que otros”, con “un gusto fuerte a tomate” y un color “rojizo intenso”. “Aunque te topas con ningún tropezón, sí notas una textura espesita y muy agradable que te hace disfrutar del trago”, termina Josep. Puntuación: 7. Precio: un pack de seis unidades de un litro, 12 euros.

Gazpacho fresco, de Sabores de La Esteban

Lo estabais esperando, eh. Sí, Mikel ha catado el gazpacho de Belén Esteban y, para sorpresa de todos, estaba bueno: “Aún es pronto para conocer qué futuro comercial le espera al gazpacho de 'La Esteban', pero por ahora se puede decir que es un producto más que digno”, adelanta el gerifalte comidista. Para Mikel, es de agradecer que aparezcan los porcentajes de todos los ingredientes, y encontrarte separadas en la botella la pulpa y el agua de las verduras es un signo de naturalidad (basta con agitar para que emulsione). “Por lo demás, encaja muy bien con el personaje, porque casi todo en él es excesivo. Está potentito de vinagre, de aceite y de sal, por lo que conviene tomarlo en pequeñas dosis, pero la receta funciona”, reconoce López Iturriaga. Puntuación: 7,5. Precio: 2,99 euros el bote de un litro.

Gazpacho fresco, de Hacendado

Teniendo en cuenta que en este país hay casi más Mercadonas que bares y expertos en derecho y política internacional, según toque -que ya es decir-, Mònica Escudero cree que es una suerte que el gazpacho fresco de Hacendado esté tan bueno. De todos los que ha catado asegura que este es el que más aceite de oliva virgen extra tiene, con un 7%, algo que se nota en la untuosidad. “Reconforta saber que cuando aprieta el calorazo y te abandonan las fuerzas tienes casi en cada esquina un gazpacho tan solvente como este. Una solución rápida, infalible y resultona: el Satisfyer de los gazpachos de supermercado”, declara la comidister. Puntuación: 7,5. Precio: 2,50 euros el brick de un litro.

Gazpacho de García Millán

Este gazpacho de color rojo pálido no lleva pan ni está pasteurizado, y de los que he probado es el que mejor textura tiene en mi opinión: ni denso como un salmorejo ni líquido como un Aquarius de limón. Sabe bien a tomate y tiene un punto algo fuertecito a ajo, pero en general está bastante bueno. De hecho, si me levantara un día con antojo gazpachero y no tuviera luz en casa o ganas de fregar, iría directo a pillarme un bote de la empresa sevillana García Millán, que además vende el litro a un precio competitivo. En resumen: una sopa fría muy digna para su origen industrial. Puntuación: 8. Precio: 2,69 euros el litro.

Gazpacho fresco sin pan, de Majao

Y terminamos esta lista con el segundo gazpacho con mayor calificación: el que elaboran sin pan en la empresa andaluza Majao. Patricia Tablado lo compró sin mucha expectativa, pero asegura que está requetebuenísimo: “Está muy bien emulsionado y resulta suavísimo en la boca. Los sabores están equilibrados, y la mayor pega que le puedo poner es un pelín demasiado ajo, aunque con esa textura se lo perdono absolutamente todo”. Confirma Mikel López Iturriaga: "Éste y el de García Millán son lo más parecido al gazpacho casero que he probado en envasados. Notable alto para los dos". Puntuación: 8. Precio: entre 3 y 3,50 euros el litro.

Sobre la firma

Carlos Doncel
Periodista gastronómico en El Comidista, doble graduado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad de Sevilla y alto, muy alto. Le encanta el picante, la cerveza, el cuchareo y las patatas fritas de bolsa. Cree que el cachondeo y el rigor profesional son compatibles y que los palitos de cangrejo deberían desaparecer.

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