Menú semanal de El Comidista (12 a 18 de julio)

Si no te gusta el pepino o te sienta mal, ésta es la ensalada que te reconciliará con esta hortaliza. Otra buena noticia: se tarda exactamente cinco minutos en hacerla.

Una receta muy sabrosa que podemos tomar en caliente o dejar enfriar y comer como si fuera una ensalada. Es perfecta para un picnic o una comida ligera ahora que aprieta el calor.

Fruta asada y caramelizada sin azúcar añadido, un chocolate potente y una crema con un toque suave de queso azul: un jetapostre que te hará quedar como Dios con poco más esfuerzo que el de encender el horno.

Tiene un poco de ensalada fresca, una textura cremosa nada pesada y está pensado para comerlo encima de unas deliciosas rebanadas de pan crujiente.

Este plato de pasta es tan sencillo como resultón y te hará sentir como una auténtica 'mamma' siciliana.

Son suaves, tiernos, jugosos y muy aromáticos cuando están en su punto óptimo. Si te aburres de comerlos solos siempre puedes hacer clic en el enlace y probar alguna de las recetas.

¿Tú también sucumbes a las recetas de sopas frías con fruta para refrescarte en verano, o crees que gazpacho solo hay uno y a los demás los encontramos en la calle?

Cortar las verduras en rodajas sin que lleguen a separarse por la base ayuda a que queden más crujientes y se cocinen antes, además de deslizar salsas, queso y otros ingredientes en los huecos.

Hablemos claro: pocos postres superan a un flan bien hecho, con su maravillosa textura y su perfecto equilibrio de lácteos, huevo y azúcar.

La patata conserva mejor el sabor que cocida, mientras que el pimiento y el ajo se relajan hasta no resultar ni dominantes ni indigestos.

Estamos en temporada de bonito, y eso en el País Vasco se celebra de la mejor forma posible: con un buen marmitako.

Debe tener una mancha amarillenta en la zona que ha estado en contacto con la tierra, y al darle golpecitos con los dedos se debe "sentir hueca".

¿Crees que el calabacín es el mayor sosainas de la huerta? Descubre esta forma de prepararlo sencilla, sabrosa y muy moruna e ingresa en la secta de los adoradores de la cucurbitácea verde.

Un plato con el nombre de un aristócrata portugués que combina las almejas con dos de sus aliados indispensables: el ajo y el zumo de limón, ligeramente cocinado para que espese y pierda algo de acidez.

Los albaricoques asados son un plato tan versátil como desconocido: pueden usarse tanto para acompañar un helado como una carne grasa. Aquí se impregnan de mojito y vienen en formato postre.

La versión tradicional de este plato italiano lleva berenjena, pero también puede prepararse con calabacín. Y elegir si lo fríes o lo cocinas a la plancha, o le pones quesos de sabor más o menos intenso.

El melón es tu amigo durante el verano y se supone que, si huele, pesa y la base cede un poco al apretarla, estará bueno. Pero no es una ciencia exacta.

Un guiso rápido, sencillo y ligero para retomar la normalidad gastronómica después de las fiestas sin sufrir. El contramuslo tierno, la salsa sabrosa y el toque dulce de peras y manzanas te lo garantizan.

Un polo casero muy sencillo de elaborar –y aún más de comer–, con la fruta estrella de la temporada como protagonista y un punto ácido y salado que hace que te replantees la forma en la que siempre has comido sandía.

Un clásico siciliano que encantará a los entusiastas del café con hielo y que puede preparar cualquier criatura que sepa hacer café y que tenga congelador: no tiene más misterio.

Pincha en el enlace y descárgate la plantilla de menú semanal de El Comidista. Podrás organizarte los desayunos, almuerzos, meriendas y cenas de toda la semana.