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Ensaladillas rusas envasadas, de peor a mejor

Hemos catado y puntuado 13 ensaladillas diferentes de supermercado y ha habido más suspensos que en la convocatoria de febrero de Física. Algunas se salvan, eso sí.

¿Quién puede resistirse a una buena ensaladilla a mediodía?
¿Quién puede resistirse a una buena ensaladilla a mediodía?CARLOS DONCEL
Carlos Doncel

La ensaladilla rusa no nació en Rusia, y quizá esa envasada que te acabas de comprar ni lo parezca. Porque sí, comidisters: ese tapeo clásico y común a toda España -del que os hemos dado las leyes básicas de elaboración, una versión rápida y otra en rollitos- ha caído en las eficaces y frías máquinas de la industria alimentaria. Son pocos los platos típicos que aún se resisten a permanecer encerrados en plástico con un aliño desaborido y pinta regulera. ¿O quizá en el caso de las ensaladillas de supermercado no sea así y haya alguna que se salve?

Para calmar la inquietud que nos produce esta pregunta nos hemos atrevido con otra cata de productos envasados. Ya sabéis: esos artículos que en episodios anteriores hemos dedicado a los yogures de saboreslos gazpachos y los hummus de bote, en los que el núcleo duro de El Comidista se juega duodeno y yeyuno para regocijo del espectador. Los nuevos gladiadores de la comida preparada. En este caso ha tocado probar 13 ensaladillas rusas de supermercado, ordenadas como siempre de peor a mejor puntuación. Comidisters del mundo, he aquí la clasificación ensaladillera:

Ensaladilla rusa Ensaladissima, de Isabel

Comenzamos esta clasificación inversa con la que elabora la conocida marca Isabel, que pertenece a esa categoría de ensaladillas rusas que no necesitan frío para su conservación. Para Patricia Tablado, la encargada de las redes comidistas, esta es la peor de todas las que ha probado: “De primeras tiene un tono demasiado blanco y según pone en la lista de ingredientes, se elabora con un 40% hortalizas, 40% salsa y 20% atún. El sabor es malísimo, no he podido pasar de la primera pinchada”, dice Patricia mientras apunta el número de colegiado de los dentistas que aparecen en los anuncios de la tele para preguntarle por un colutorio. Puntuación: 0. Precio: sobre unos 2 euros el bol de 220 gramos.

Ensalada rusa con atún, de Argal

Lo primero que te encuentras al abrir el envase de plástico es un mazacote gordo que más bien valdría para arreglar las aceras. Pero la tragedia ensaladillística no acaba ahí: las patatas tienen una textura arenosa, el atún parece que está rancio y la mayonesa tiene un sabor bastante desagradable. En serio, muy mal. Juro que puede ser el peor producto envasado que he comido en muchísimo tiempo, de verdad. Casi hubiese preferido participar en una cata de diésel. Puntuación: 0. Precio: puedes comprar por 2,15 euros la bandeja de 240 gramos de esta ensaladilla rusa.

Ensaladilla rusa, de Aldi

Cuando compré el tarrito me llamó la atención el tono más oscuro que presenta, si la comparamos con el resto de ensaladillas industriales. Una vez la pruebas, sorprende que la mayonesa no sepa a absolutamente nada, es muy insípida. Sí, se nota un poquito el atún cuando trincas un trozo de un tamaño aceptable, pero no estamos ante una buena ensaladilla envasada. Además, después de comerla deja un regusto muy feo, como si le dieras un bocado a un cartón mojado. Suspenso claro. Puntuación: 1. Precio: el bote de 250 gramos cuesta 0,99 euros.

Ensaladilla rusa, de Terra i tast

“Cuando llego a casa y abro el paquete familiar -no quedaban de los individuales- veo que tiene un aspecto semicortado y poco apetitoso”, comienza la editora jefa comidister Mònica Escudero. “Al probarla sabe ácida, pero no una acidez como si la mayonesa llevara limón o vinagre: la patata también está ácida, y con la sensación burbujeante en la boca que te deja algo fermentado”, prosigue Mònica, que asegura que el producto no estaba caducado. Según cuenta, al día siguiente compró un envase individual de la misma marca -del que avisa que los ingredientes difieren respecto al formato familiar-, pero tampoco fue muy satisfactorio: “La patata tiene la textura del poliexpán, la zanahoria y los guisantes están momificados, la salsa mixta no sabe ni a ajo ni a mayonesa y el sabor a atún brilla por su ausencia, aunque en los ingredientes está presente antes que el 5,5% de mayonesa”, describe Escudero. Puntuación Familiar: no puedo ponerla porque creo -espero- que algo no estaba bien por allí. Puntuación Individual: 1,5. Precio: 4,25 euros el envase de medio kilo.

Ensaladilla rusa con atún, de Calvo

De todas las que ha catado Patricia Tablado para este artículo, la de Calvo es la única que lleva pimientos entre sus ingredientes. Aunque eso no tiene por qué ser bueno, claro: “La textura de los ingredientes es como la de comprarlos en latas individuales, y por ejemplo a mi marido no le molan los guisantes o el pimiento en lata”, comenta Patricia. En cuanto al sabor, Tablado afirma que “tiene un retrogusto un pelín demasiado ácido para lo que sería esperable”, y que de color “es la más amarilla de todas”. “El atún está en el fondo y tiene una textura como deshecha, no como te lo encontrarías en una lata de atún”, termina la responsable de las redes de El Comidista. Puntuación: 2. Precio: alrededor de 1,80 euros el envase de 150 gramos.

Ensaladilla rusa, de Bonarea

Mònica Escudero no tiene muy buenas palabras para este producto de Bonarea: “El tercer ingrediente es el agua, tiene goma xantana entre ellos y la textura de las patatas es bastante terrible (la de la mayonesa -a base de leche- también, para qué nos vamos a engañar)”, declara. Para el resto de ingredientes tiene Escudero también unos bellos versos alejandrinos: “Lleva tan poco atún que no se nota y no tiene huevo; aunque podría tener trazas, así que tampoco es 100% segura para alérgicos. Los guisantes parecen momias, están pochos, duros y son todo piel, un horror”. Con este repertorio tan poco apetitoso, está clarísimo el suspenso. Puntuación: 2. Precio: 0,99 euros el bote de 250 gramos.

Ensaladilla rusa con atún, de Casa Mas

“La patata tiene sabor y textura como de puré de patata en copos y tiene muchísimo huevo cocido, tanto por dentro como por encima”, dice Mònica Escudero. Según cuenta la editora comidister, esta ensaladilla rusa es completamente plana y el atún, prácticamente inexistente. “Es la menos calórica de todas -152 calorías los 100 g- y se nota bastante en la textura, bastante secorra y poco apetecible: no repetiría ni de broma”, sentencia Escudero. Puntuación: 2,5. Precio: cuesta alrededor de 4,90 euros la bandeja con 500 gramos de esta ensaladilla rusa.

Ensaladilla rusa, de Carretilla

La de Carretilla pertenece a ese grupo de ensaladillas que, en contra de lo que pensaba Walt Disney, no necesitan frío para conservarse. La catadora de este producto ha sido Patricia Tablado, que declara que lo primero que le ha llamado la atención es que el atún “está encima de todo, como arropando el resto de ingredientes para que quede claro que lleva”. Para Patricia, los trozos de patata son bastante grandes e insulsos, y la salsa, aunque no está mal, tapa todos los ingredientes. Puntuación: 3 porque lleva tenedor y te resuelve una comida en la oficina sin necesidad de nevera. Precio: la bandeja de 240 gramos sale a 1,75 euros.

Ensaladilla rusa gourmet, de Aldi

Como su hermana humilde, esta ensaladilla de Aldi también presenta un tono algo más oscuro de lo normal. La textura es más bien tirando a mazacote, la mayonesa es bastante insípida y el sabor que predomina depende mucho del trozo que pilles: puede que te sepa a las típicas aceitunas de lata que lleva tu tía a la playa o a atún envasado de mediocre calidad. En general no es que esté mala, se deja comer, pero no es una buena ensaladilla. Lo de que lleve gourmet en el nombre entiendo que será por el apellido de la madre, otra explicación no le doy. Puntuación: 4. Precio: un envase de 300 gramos vale 2,49 euros.

Ensaladilla rusa, de Hacendado

“La ensaladilla rusa fresca que se vende a granel en algunos supermercados de Mercadona me parece un descubrimiento. La envasada… no”, apunta el CEO de El Comidista Mikel López Iturriaga. “No es que sea horrenda, se puede comer en caso de necesidad”, continúa Mikel, “pero la textura endurecida de la patata, la insipidez del atún, la poca gracia de la mayonesa y el recuerdo a ultracongelado ochentero de las zanahorias y guisantes la colocan en la estantería de los productos que ni fu ni fa”. Puntuación: 4. Precio: puedes comprar una tarrina de 250 gramos por 1,80 euros.

Ensaladilla rusa, de Chef Select

“La textura de la patata es relativamente correcta, la zanahoria está fresca y crujiente y los guisantes no están ‘muertos’ como en casi todas las otras”, dice Mònica Escudero de la ensaladilla rusa que comercializa la cadena de supermercados Lidl. De esta destaca que “es generosa de mayonesa”, aunque declara que el huevo duro tiene una textura “un pelín rara” y que el sabor del atún “está desaparecido en combate”. “Entre los horrores que he comido, tiene una buena palatabilidad por la acidez, la untuosidad y la textura decente de la patata y la zanahoria crunchi”. Puntuación: 5,5. Precio: 0,99 euros el bote de 250 gramos.

Ensaladilla rusa, de AlPunto

En segunda posición de esta lista tenemos a la que vende Día% bajo la marca AlPunto, muy del agrado de Mònica Escudero: “El primer mordisco viene con sorpresa: un buen trozo de atún entero. No tiene la textura de un bonito del norte fino en aceite de oliva virgen extra, pero es un trozo de atún considerable y es agradable encontrarlo y morderlo”, afirma con evidente alborozo. En cuanto a los ingredientes, tiene la misma cantidad de atún que de patata -un 26,6%- , la misma de zanahoria que de huevo -un 8%- y el resto, básicamente mayonesa -de aceite de soja y yema de huevo-, guisantes y “aroma de atún” (por si a alguien le parece poco la cantidad de atún que lleva). “Para ser una ensaladilla que puedes tener solo con abrir una tapa, resuelve bastante bien”, elogia Escudero. Puntuación: 6. Precio: la bandeja de 300 gramos cuesta 2,55 euros.

Ensaladilla rusa, de Bo de Debò

Y en el primer puesto de esta cata, la ensaladilla rusa que elabora la empresa catalana Bo de Debò, de la que Patricia dice cosas tan bonitas como que “tiene ciertas aspiraciones en la presentación, con su rodaja de huevo en el centro y dos aceitunas en ángulos opuestos, un sabor bien equilibrado y una buena proporción salsa/ingredientes”. Para la encargada de las redes comidisters esta es la que más se parece a una casera, un halago que, tratándose de productos industriales, suena a gloria. Puntuación: 7. Precio: sobre unos 3 euros el bote de 300 gramos.

Sobre la firma

Carlos Doncel
Periodista gastronómico en El Comidista, doble graduado en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la Universidad de Sevilla y alto, muy alto. Le encanta el picante, la cerveza, el cuchareo y las patatas fritas de bolsa. Cree que el cachondeo y el rigor profesional son compatibles y que los palitos de cangrejo deberían desaparecer.

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