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Tarta húmeda de chocolate

Una tarta de chocolate de sabor potente, húmeda y jugosona rematada por una ganache de chocolate de cobertura, que podemos potenciar con un poco de sal para que el contraste nos ayude a apreciar más el dulce.

Tremendísima pinta tiene la tarta
Tremendísima pinta tiene la tartaJULIA LAICH
Julia Laich

Por haberle robado a la señorita Trunchbull “el pastel más fino y delicioso de todo el mundo”, el pobre Bruce Bogtrotter tuvo que comerse una tarta gigante de chocolate hasta el colapso como castigo. Más allá de la pena y desagrado que me produce esta escena de Matilda (1996), siempre he pensado que la tarta en cuestión tenía bastante buena pinta. Jugosa, con buen color y con su ganache brillante correspondiente, como una buena tarta de chocolate –de esas que quitan el antojo– debe ser a mi parecer. ¿Hay acaso postre o merienda más triste que una tarta de chocolate securria?

Comparada con otras tartas, la gran diferencia de esta radica en la cantidad de harina que lleva: tan solo 40 gramos. Proporcionan humedad también la mantequilla, los huevos y el chocolate, que se emplean en cantidades relevantes. Es importante que este último sea chocolate para repostería, de cobertura o fondant ya que como bien explicó en este artículo mi compañera Miriam García, su proporción de manteca de cacao lo hace más untuoso, maleable y brillante.

El procedimiento para elaborar esta tarta parece largo a priori pero no tiene dificultad si se sigue al pie de la letra. Como ocurre con la mayoría de las elaboraciones de pastelería, una batidora eléctrica es de gran ayuda a la hora de batir las yemas por un lado, y las claras a punto nieve por el otro. Es importante también incorporar estos dos batidos al chocolate con movimientos envolventes suaves o todo el bate que te bate habrá sido en vano.

Respecto a la ganache, puedes optar por no agregarla y quedarte simplemente con la base. Aunque hay que admitir que esa cubierta brillante con su sal en escamas da (más) ganas de hincarle el diente a la tarta. Por último y para alcanzar el nivel de gula extremo, puedes servirla con una bola o quenelle de helado o nata montada.

Dificultad: Como dijo Matilda, ¡tú puedes, Bruce!

Ingredientes

Para la base

  • 140 g de mantequilla sin sal
  • 4 huevos, separados en yemas y claras
  • 125 g de azúcar blanco
  • 40 g de harina
  • ½ cucharadita de impulsor químico
  • 225 g de chocolate (mínimo 50% de cacao)
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • ½ cucharadita de sal fina

Para la ganache

  • 180 ml de nata para montar
  • 200 g de chocolate (mínimo 50% cacao)
  • 20 g de mantequilla sin sal
  • Sal en escamas (opcional)

Instrucciones

1.
Calentar el horno a 160 ºC. Enmantecar y forrar con papel vegetal un molde de 22 o 24 cm de diámetro.
2.
Para preparar la base, empezar por fundir el chocolate con la mantequilla en un bol a baño María o en el microondas. En caso de optar por la segunda opción, hacerlo en un recipiente apto y en intervalos de pocos segundos, removiendo y controlando que el chocolate no se queme.
3.
Mientras el chocolate y la mantequilla se funden, batir en un bol las yemas con un tercio del azúcar (42 g aproximadamente) hasta que se aclare su color, aumente el volumen y luzcan algo esponjosas. Reservar.
4.
En otro bol batir las claras a punto de nieve. Cuando comiencen a aumentar de volumen, añadir el azúcar restante y batir hasta que se puedan formar picos consistentes.
5.
Añadir las yemas, la sal y la vainilla al chocolate y mezclar suavemente. Agregar las claras montadas e incorporar con movimientos envolventes. Añadir la harina tamizada junto con el impulsor químico. Mezclar nuevamente con movimientos envolventes suaves hasta que no quede rastro de la harina.
6.
Verter la mezcla en el molde y hornear durante 35 minutos. La superficie de la tarta debe haberse secado.
7.
Dejar enfriar por completo para poder añadirle la ganache. Para acelerar este proceso, se puede enfriar la tarta en la nevera una vez haya perdido algo de temperatura.
8.
Para preparar la ganache calentar la nata en el microondas o en un cazo cuidando que el fondo no se pegue.
9.
Mientras, trocear el chocolate y colocarlo en un bol junto con la mantequilla. Añadir la nata caliente al chocolate. Remover hasta que todo se funda y quede una mezcla homogénea.
10.
Cubrir con film de modo que esté en contacto directo con el chocolate y dejar enfriar hasta que tenga la consistencia deseada (para una ganache que chorree, enfriar apenas unos minutos). Para conseguir una ganache más densa como la que aparece en la foto, meterla en la nevera y removerla cada 5 minutos hasta que tenga algo de consistencia.
11.
Cubrir la superficie de la tarta con la ganache, ya sea de forma regular o irregular. Opcionalmente, terminar con una pizca de sal en escamas. Conservar en la nevera.

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Sobre la firma

Julia Laich
Redactora y guionista, principalmente de gastronomía. Sus textos y recetas han aparecido en EL PAÍS, Bestial! (RTVE), Revista NT y Bon Viveur. Es cofundadora de Bizio, una pequeña productora de sidra vasca, y gestiona el área digital de la revista argentina Anchoa. Graduada en Comunicación Audiovisual y Máster en Reportaje y Documental Transmedia.

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