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Pasta primavera

Creada por un chef italiano afincado en EEUU, esta receta se popularizó tanto que el 'New York Times' la calificó como “el plato del que más se habla en Manhattan”. ¿En qué consiste? En espaguetis con verduras de temporada.

Más ingredientes que un cocido
Más ingredientes que un cocidoMIRIAM GARCÍA
Miriam García

Esta receta tiene un nombre tan descriptivo que casi es autoexplicativa. Cuentan que, a pesar del nombre italiano, este plato procede de Norteamérica, donde el chef italiano establecido en Nueva York Sirio Maccioni lo inventó en la década de los años 1970 en la casa canadiense de un barón italiano (porque los barones italianos son así, tienen casa donde les viene en gana). La fórmula la llevó el señor Maccioni a su restaurante neoyorquino, Le Cirque, y al poco tiempo apareció reseñada en el New York Times, a raíz de lo que se puso de moda en la ciudad y en el resto del universo conocido.

Amanda Hesser califica el plato, en un artículo del 2018, de muestra absurda de la llamada cocina de temporada de los años ochenta del pasado siglo. Creado con el objetivo de encarnar la primavera en un plato, este “disparatado batiburrillo” -en sus propias palabras- de verduras y pasta nace fundamentalmente de la rivalidad entre la cocina italiana y la francesa (nata frente a aceite de oliva). Sin embargo, en el citado artículo del NYT que lo popularizó se le calificó como “de lejos, el plato del que más se habla en Manhattan”. A pesar de poner la fórmula un poquito a caer de un burro, la señora Hesser finaliza la introducción a la receta diciendo que está de muerte: hija mía, no sé si te aclaras.

En resumen, se trata de un plato en el que se combina la pasta, en origen espaguetis, con verduras de temporada. En la receta original cada verdura se cocina por separado para obtener el punto justo, para acabar dándoles a todas un último hervor con la pasta y amenizar el conjunto con algo de caldo de pollo, nata y queso. He hecho una versión simplificada de la fórmula original, que además de usar aceite de oliva como grasa para cocinar las hortalizas incluye algo de mantequilla e incluso aceite de cacahuete para saltear las setas previamente: mira, no. Asimismo, para el último hervor de la pasta con el sofrito añade un poco de caldo de pollo. Aunque me tachen de atrevida, encuentro que con el liquidillo del tomate y con la nata el conjunto se acaba de cocinar divinamente.

Las hortalizas empleadas en el original son brécol, calabacín, espárragos, judías verdes, guisantes, setas, ajo y tomates, pero os propongo emplear lo que uno tenga en la nevera y dejar volar la imaginación. Como dice María Nicolau, no deberíamos comprar ingredientes ex profeso para una receta, sino mirar qué tenemos en la nevera y la despensa, y sacarle el mayor partido posible. ¿Que no tienes espaguetis pero tienes macarrones o penne? Pues los usas. ¿Que te faltan verduras de la receta original, pero tienes otras? Pues úsalas. ¿Que no tienes parmesano? Que tampoco está precisamente regalado… pues usa cualquier queso curado.

Solo ten en cuenta que las hortalizas más duras, como la zanahoria, por ejemplo, necesitarán más tiempo de cocinado previo y las más blandas, como los tomates, menos. Pero esta disparidad no supone ningún problema, ya que puedes precocinar cada hortaliza por separado y ajustar el punto de cocción a tu gusto. En esto de precocinar las hortalizas ya sabéis que el microondas, si disponéis de él, hace un buenísimo papel; aquí nos lo contaba Mònica Escudero. Ah, y como bonus track, piensa que muchas hortalizas las puedes tener precocinadas en cierta cantidad en un táper en la nevera para regalarte con este plato cualquier noche tonta.

Dificultad: Usar buen producto y darle a cada hortaliza el punto preferido de cocción.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 500 g de espaguetis de calidad
  • 1 calabacín
  • 8 espárragos trigueros
  • 150 g de guisantes frescos o congelados
  • 150 g de setas al gusto
  • 2 pimientos rojos italianos
  • 3 dientes de ajo
  • 600 g de tomate troceado o tomates cereza
  • Aceite de oliva virgen
  • 120 ml de nata líquida
  • 150 g de parmesano rallado
  • Sal y pimienta al gusto
  • Orégano o albahaca fresco

Instrucciones

1.
Limpiar y cortar el calabacín en dados, sin quitar la piel. Pasarlo por el microondas en un recipiente tapado, para quitarle el agua, por lo menos ocho minutos hasta que empiece a transparentarse. Reservar.
2.
Eliminar el extremo leñoso de los espárragos trigueros y cortarlos en trozos. Pasarlos igualmente por el microondas por lo menos cinco minutos si son finitos -algo más si son gordos-, hasta que estén blandos. Reservar.
3.
Limpiar el pie de las setas, pasarlas rápidamente por agua, secar y trocear.
4.
Cocer brevemente en agua hirviendo los guisantes, dos o tres minutos, lo justo para blanquearlos, ya sean frescos o congelados. Refrescar en agua fría para cortar la cocción y reservar.
5.
Despepitar y quitar el pedúnculo al pimiento y cortar en tiritas. Pelar y majar los dientes de ajo.
6.
Cubrir con un poco de aceite de oliva virgen el fondo de una cazuela donde nos quepa después el conjunto de las hortalizas con la pasta y sofreír el pimiento hasta que cambie de color.
7.
Agregar el calabacín y los trigueros precocinados, y las setas. Darle unas vueltas al conjunto hasta que el calabacín acabe de cocinarse y coja el aceite, y las setas se cocinen.
8.
Cuando las hortalizas estén hechas, agregar el ajo majado, darle unas vueltas y añadir el tomate troceado o tomates cereza, y los guisantes. Reducir unos minutos el líquido del tomate.
9.
Una vez espesado el sofrito, dejarlo tapado en espera y cocer la pasta en abundante agua salada hasta que esté al dente, según el tiempo que indique el fabricante.
10.
Escurrir la pasta y añadirla inmediatamente al sofrito de hortalizas. A fuego medio, agregar la nata y el queso rallado; remover el conjunto y sazonar al gusto con sal y pimienta. Servir de inmediato con algo de orégano fresco o albahaca fresca por encima.

Si haces esta receta, comparte el resultado en tus redes sociales con la etiqueta #RecetasComidista. Y si te sale mal, quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com.

Sobre la firma

Miriam García
Química y traductora de inglés de formación, gastrónoma por pasión desde el 2013. Divulgadora gastronómica y fotógrafa para marcas de alimentación o medios como El Comidista y 'Bon Viveur', profesora de cocina en la Escuela Alambique de Madrid, recetea en su blog 'El invitado de invierno' y en donde le lleve el viento, gastronómicamente hablando.

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