_
_
_
_
_

Calabacines asados a la vinagreta

Podemos preparar estas rodajas de calabacín al horno, en la sartén o plancha o en la freidora de aire: lo importante es que la vinagreta quede sabrosa y le demos tiempo para que alegre la verdura.

Una bomba de sabor (sí, es calabacín)
Una bomba de sabor (sí, es calabacín)MÒNICA ESCUDERO

No hace falta que la inspiración recetera brille por su ausencia o las musas se pongan esquivas: en las tablas sagradas comidistas está escrito que se puede mangar una receta siempre que esta sea suficientemente apetitosa (y se nombre adecuadamente a quién la preparó primero, claro, que tampoco queremos ser las Lucías Etxebarrías o Anas Rosas Quintanas culinarias). Hoy de nuevo recurro a las de mi amigo macedonio Nikola Lazovski -que ya me prestó hace un tiempo una rica ensalada de col-, de nuevo dispuesto a demostrar que las verduras tienen mucho que ofrecer en la cocina de inspiración balcánica; hoy vamos con unos sencillísimos calabacines asados que se convierten en una bomba de sabor gracias a una vinagreta alegre y un ratito de reposo.

Usamos una técnica sencilla de la que ya hemos hablado en más ocasiones: cocinar alguna verdura al horno, sartén o vapor y mezclarla -normalmente mientras todavía está caliente- con una vinagreta para que absorba todo su sabor. En este caso no es necesario que el calabacín esté caliente, ya que lo aliñaremos cortado en rebanadas suficientemente finas como para que la adherencia de la vinagreta esté asegurada. Hay que tener en cuenta que no buscamos unas chips de calabacín, sino un calabacín asado: no tiene que crujir ni quedar completamente deshidratado, solo un poco dorado por los bordes.

Para la cocción podemos usar tanto una sartén como dos electrodomésticos, uno de ellos -el horno- muy común pero cuyo uso actualmente asusta un poco; aunque su uso no afecta tanto como se cree a la factura de la luz. Para optimizarlo podemos poner una bandeja extra para asar nuestros calabacines mientras preparamos otra cosa, al ser una capa tan fina no ralentizará su cocción.

Si los preparamos en freidora de aire hay que removerlos, y saber que en los puntos en los que se toquen unos con otros quedarán más húmedos y les costará más dorarse, por eso si vemos que ocupan mucho es recomendable cocinarlos en dos veces, o remover más a menudo (con unas pinzas o dando golpecitos al recipiente para generar movimientos circulares, el mismo juego de muñeca que cuando usamos un wok). Si los hacemos en la sartén o el horno no importa que estén muy juntos, porque al cocinarse y perder agua encogerán un poco.

Dificultad: Si lo haces en la sartén es entretenido, pero solo porque hay que darles la vuelta.

Ingredientes

Para 4 personas (como aperitivo o guarnición)

  • 3 calabacines medianos
  • 6 + 2 cucharadas de aceite de oliva virgen
  • Sal
  • Pimienta
  • Vinagre balsámico al gusto
  • Ajo al gusto (entre ½ y 1 diente)
  • Dos puñados de hojas de perejil

Instrucciones

1.
Quitar las puntas de los calabacines y cortarlos en rodajas de aproximadamente 4 mm. Salar ligeramente, dejar reposar diez minutos y presionarlos un poco -con un paño muy limpio y que no suelte pelusa, una estameña o papel de cocina- para que suelten el agua.
2.
Añadir dos cucharadas de aceite a los calabacines, bien repartidas con un pincel, a chorrito muy fino y removiendo sin parar o usando un spray.
3.
Mientras, preparar una vinagreta con el ajo picado muy fino, vinagre de Módena al gusto, sal y pimienta; remover bien y añadir el aceite (también se puede hacer en un tarro con tapa).
4.
Si se prepara en sartén, poner las rodajas que quepan en una sartén grande sin aceite a fuego medio-alto y dejar cocinar dos minutos por cada lado, dar la vuelta, dejar dos minutos más y pasar a un bol. Repetir hasta terminar con todo el calabacín.
5.
Si se prepara al horno, repartirlo sobre dos bandejas y cocinar unos 15-20 minutos al horno a 200 grados, o hasta que esté blando y dorado por los bordes.
6.
Si se prepara con freidora de aire, ponerla a 200 grados durante tres minutos para que se caliente, añadir los calabacines durante seis minutos, removerlos y repetir el ciclo. Si pasado este tiempo no están listos, hacer otro ciclo de dos o tres minutos.
7.
Aliñar con la vinagreta, remover bien, añadir el perejil no muy picado y llevar a la nevera un mínimo de una hora para que se mezclen bien los sabores (puede ser de un día para otro). Sacar media hora antes de servir para que se temple y servir como acompañamiento, o como entrante ligero con un poco de queso fresco, aceitunas y algún fruto seco troceado.

Si haces esta receta, comparte el resultado en tus redes sociales con la etiqueta #RecetasComidista. Y si te sale mal, quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_