Pollo al ajillo: la receta clásica que siempre sale bien
Es uno de los platos tradicionales españoles más sencillos de hacer, y también más efectivos: con muy poco esfuerzo consigues una carne tierna y una salsa poderosa que pide pan a gritos.
Su nombre puede asustar a los que les sienta como un tiro el ajo. Sin embargo, el pollo al ajillo no tiene por qué resultar indigesto si pones los dientes enteros, no te los comes, y sólo disfrutas del maravilloso saborcillo que le dan a la salsa. Esta es solo una de las muchas ventajas de este clásico de la cocina española, que se hace con la gorra, es barato, incluye pocos ingredientes y no exige conocimiento culinario alguno en su preparación.
Nuestra versión respeta la fórmula tradicional. Como Nigella Lawson, aquí creemos en “maximizar el placer”, y por eso incorporamos algunos pequeños detalles para realzar el sabor: unos granos de pimienta, brandy en vez de vino y un toquecillo de vinagre de Jerez. El uso de contramuslos es opcional, pero conviene si queremos una carne tierna y jugosa. Para aprender a preparar pollo al ajillo, basta con que mires el vídeo de arriba.
POLLO AL AJILLO
Ingredientes
Para 4 personas
- 800 g de contramuslos de pollo sin piel (si no están deshuesados, 1 kg aproximadamente)
- 1 cabeza de ajo
- 1 hoja de laurel
- 3 o 4 guindillas secas pequeñas
- 100 ml de cognac o brandy
- 1 cucharadita de pimienta en grano
- 1 cucharada de vinagre de jerez
- 150 ml de aceite de oliva
- Pimienta en grano
- Sal
Preparación
- Pelar los dientes de ajo y ponerlos a rehogar con el laurel y el aceite en una cazuela a fuego medio-bajo. Vigilar que no se quemen.
- Salar los contramuslos.
- Sacar el laurel y los ajos cuando estén dorados, subir el fuego y cuando el aceite esté bien caliente, freír en él los contramuslos en tandas, hasta que estén bien dorados por todos lados. Sacarlos a un plato y bajar el fuego.
- Cuando el aceite se haya templado, volver a poner en la cazuela el pollo y los ajos. Sumar el brandy, las guindillas, la pimienta en grano y el vinagre de jerez. Añadir unos 150 ml de agua, remover y tapar. Dejar que el pollo se haga a fuego lento unos 40 minutos, o hasta que esté tierno.
- Si la salsa ha quedado muy líquida, se pueden sacar el pollo y los ajos y reducirla unos minutos a fuego vivo.
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