Tarta de lima y pistacho: una receta sin horno
¿Quieres un postre resultón pero no te apetece ni currar ni encender un aparato que da calor y gasta mucha electricidad? Nuestro departamento de dulces para vagos, acalorados y ahorradores tiene la solución.
El postre sin horno de hoy se puede justificar de muchas maneras: “es perfecto para el verano porque no necesita calor”, “lo he hecho porque la electricidad está muy cara”, “es muy respetuoso con el medio ambiente y no consume combustibles fósiles”... Sin embargo, todos sabemos cuál es su principal gancho, el que te llevará a repetirlo si alguna vez lo preparas: no requiere ningún tipo de esfuerzo. Es para vagos redomados, adictos al jetapostrismo como nosotros.
Se trata de una especie de híbrido entre la tarta de lima y el cheesecake, frescachona como la primera y más ligera que la segunda, y enriquecida con el punto crocante del pistacho. Sus cantidades están adaptadas a mi gusto, muy amante de la acidez y poco del empalago: si eres del club de la glucosa, pon algo más de leche condensada y problema solucionado. Pero sobre todo, mira el vídeo de arriba para ver cómo se hace, que además incluye una aparición estelar de nuestra influencer biodinámica holística favorita, Michaëlla In The Woods.
Ingredientes
Para unas 6 personas
- 80 g de galletitas saladas tipo Ritz
- 80 g de pistachos + 25 g para adornar
- 80 g de mantequilla
- 250 g de queso crema
- 250 g de leche condensada
- 150 ml de nata para montar
- 150 ml de zumo de lima
- Ralladura de dos limas
- 1 cucharada rasa de azúcar
Instrucciones
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