'Galette' de pollo, patata y setas
Esta tarta salada elaborada con hojaldre o masa quebrada es un recurso genial para dar salida a ese pollo que no se usó al final o a esas verduras que están ya un poco pochas.
El nombre galette se aplica en Francia a diversos tipos de preparaciones: desde las famosas galettes bretonnes, crepes saladas elaboradas tradicionalmente con harina de trigo sarraceno o alforfón, y típicas de la zona de Bretaña, a la modalidad que nos ocupa, una tarta salada o dulce cuya característica distintiva es que se elabora sin molde, con una base de masa quebrada u hojaldre cuyos bordes se vuelven sobre el relleno, como arropándolo amorosamente, y rellena de ingredientes variados, con frecuencia cortados en finas láminas.
Estas galettes saladas son un invento magnífico para rellenar con hortalizas de todo tipo, y por tanto perfectas como coche escoba de estas verduritas que se nos van quedando un poco mustias en la nevera, la forma perfecta de sacarle oro puro a las sobras deslucidas (en El Comidista somos grandes apóstoles y apóstolas del aprovechamiento).
¿Que tienes rodando por la nevera unas setas a punto de caducar y unos restos de pollo? Pues, reúnelos con unas rodajas de patata como fondo del lienzo y prepara esta maravillosa galette de pollo sobre una masa que puede ser tanto quebrada como de hojaldre, tanto comprada -hay hojaldres industriales con mantequilla muy dignos- como casera si te pones a ello (si te atreves con una masa casera, aquí tienes mi receta de masa quebrada y aquí mi receta de hojaldre rápido). Ten en cuenta que, si usas masa de hojaldre, la tarta llenará más y resulta más ligera con masa quebrada. Hemos adobado ligeramente el pollo para darle algo más de gracia, pero si quieres hacer el plato más sencillo, pon el pollo tal cual y con un buen aliño de pimienta te ahorrarás el ratito del adobo.
Dificultad
Bastante poca, la de estirar la masa al tamaño que quieras y no romperla al formar el borde de la galette.
Ingredientes
Para 6 personas
- 300 g de filetes de contramuslo o pechuga de pollo
- El zumo de un limón
- 1 cdta. de pimentón dulce o picante
- 1 diente de ajo
- 1/2 cucharadita de comino molido
- Aceite de oliva
- 250 g de champiñones portobello u otra seta al gusto
- 400 g de patatitas nuevas
- 1 plancha de masa quebrada o de hojaldre
- 1 huevo para pintar el borde de la masa
- Sal y pimienta
Preparación
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Para adobar el pollo, exprimir el zumo del limón en un bol y mezclar con el pimentón dulce o picante, el comino, un poco de sal y pimienta, y un diente de ajo pelado y majado.
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Cortar el pollo en tiras a tu gusto y mezclar con el adobo, masajeando hasta que todo el pollo esté cubierto. Tapar y mantener en la nevera por lo menos una hora para que coja el sabor.
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Limpiar las setas con un paño húmedo, eliminar el extremo del pie, laminarlas, añadir un chorrito de aceite y cocinarlas unos minutos en el microondas o en sartén hasta que estén blandas y hayan reducido un poco. Se trata de quitarles buena parte de su agua para que no inunden la tarta.
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Cortar las patatas en rodajas de medio centímetro, sin pelarlas si las patatas son pequeñas y nuevas, regar con un poco de aceite de oliva y cocinarlas en el microondas o al vapor hasta que estén casi al dente. Si no las cocinamos previamente es posible que no nos queden tiernas del todo solamente con el horneado de la tarta.
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Extender con un rodillo la plancha de masa sobre un papel de hornear ligeramente enharinado, a un tamaño algo mayor que el de nuestra bandeja de horno, pues el borde lo vamos a volver sobre el relleno. Pasar la masa sobre el papel de hornear a la bandeja de horno.
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Colocar primero las rodajas de patata precocinadas, cuidando de dejar un borde de masa de por lo menos tres o cuatro dedos sin cubrir de relleno. Salar las patatas abundantemente.
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Colocar ahora las setas escurridas de su líquido y volver a salar un poco. Por último, salar los trozos de pollo y ponerlos sobre las patatas y setas, espolvorear el conjunto con pimienta y volver con cuidado los bordes de la masa, para que queden como se ve en la foto.
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Batir el huevo y pintar el borde de masa para que quede bien doradito al hornearse.
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Cocer la tarta en el nivel más bajo del horno a 210 °C, con calor arriba y abajo, durante 35-40 minutos, hasta que esté bien dorada.
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Sacar la galette del horno y, sirviéndose del papel de hornear, pasarla con cuidado a una rejilla -cualquier rejilla del horno puesta sobre un soporte sirve- para que la parte inferior se enfríe al aire y quede más crujiente. Comer templada o a temperatura ambiente.
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