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Pollo rustido con pasas y piñones

El 'pollastre rostit amb prunes i pinyons' es uno de los platos clásicos en las casas de Cataluña cuando llega la Navidad. Y no, este asado no se prepara en el horno: se hace en una cazuela.

El pollo no puede faltar en Navidad
El pollo no puede faltar en NavidadMIRIAM GARCÍA

El pollo rustido con ciruelas pasas y piñones, o pollastre rostit amb prunes i pinyons es un clásico de la Navidad catalana. Un plato de fiesta mayor que quizá en la actualidad, por la disponibilidad de pollo, no nos llama tanto la atención, pero hay que recordar que hasta hace cuatro días en términos históricos el pollo era un plato de postín. Rostit alude a carne rustida y rostir en catalán significa en origen cocinar la carne en un espeto (ast), en un horno, etc. sometiéndola a un fuego vivo untándola o rociándola con grasa.

El nombre del plato de pollo asado ha pasado a denominar una fórmula que se prepara al fuego, en cazuela, como dice Jaume Fàbrega -especialista en gastronomía y autor de más de 50 libros- en su artículo titulado Asado de Navidad: pollo asado en Cataluña significa hecho a la cazuela, ni en espeto ni al horno; mucha gente no conoce esta técnica maravillosa y la confunde con un pollo guisado. Cuenta que tanto los espetos giratorios como los hornos no han estado al alcance de la gente corriente, pero este asado o rustido en cazuela permite reproducir algunas de las bondades del asado en espeto.

La grasa con la que de forma tradicional se preparaba este asado era la manteca de cerdo, aunque tiende a ser sustituida por el aceite de oliva o, con frecuencia, por una mezcla de ambas. Reseña el mismo Fàbrega que el pollo asado de Navidad debe llevar verduras de bresa como zanahoria, cebolla, ajos y un poco de tomate; hierbas aromáticas como tomillo, orégano y laurel, y siempre un poco de canela. No he conseguido averiguar en qué momento o a raíz de qué devino en costumbre incorporar ciruelas pasas y piñones. Pero lo celebramos y os damos nuestra versión de este gustosísimo plato.

Dificultad: Poca, tener la paciencia de cocinar el pollo lo suficiente como para que quede perfectamente tierno.

Ingredientes

Para 6 personas

  • 1 pollo cortado en trozos
  • 2 cebollas blancas
  • 50 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 2 tomates
  • 1 cabeza de ajos
  • 2 clavos de olor
  • 1/2 palo de canela
  • 300 ml de vino rancio
  • 200 g de ciruelas pasas
  • 100 g de piñones
  • Sal y pimienta al gusto

Instrucciones

1.
Salpimentar las piezas de pollo. Reservar.
2.
Pelar la cebolla y cortarla en juliana.
3.
Cubrir con aceite de oliva el fondo de una cazuela donde nos quepa todo el pollo, calentar y sofreír la cebolla a fuego suave hasta que esté transparente.
4.
Añadir el tomate troceado, freír el conjunto a fuego vivo hasta que se reduzca el líquido y pasar la cebolla y el tomate a una batidora. Triturar perfectamente y reservar.
5.
Agregar algo más de aceite de oliva a la cazuela y dorar las piezas de pollo a fuego alto.
6.
Sin retirar el pollo, agregar los dientes de ajo separados, pero sin pelar, así como los dos clavos de olor.
7.
Verter el vino rancio y desglasar el conjunto.
8.
Añadir a la cazuela del pollo el puré de tomate y cebolla, así como el palo de canela y las ciruelas pasas.
9.
Tapar la cazuela y cocer a fuego muy bajo hasta que el pollo este tierno; si fuera necesario, agregar agua si se reduce mucho el líquido antes de que el pollo esté tierno.
10.
Tostar los piñones ligeramente en una sartén sin grasa y añadirlos al estofado en los últimos 10 minutos de cocción. Pasado este tiempo, reposar cinco minutos y servir.

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Sobre la firma

Miriam García
Química y traductora de inglés de formación, gastrónoma por pasión desde el 2013. Divulgadora gastronómica y fotógrafa para marcas de alimentación o medios como El Comidista y 'Bon Viveur', profesora de cocina en la Escuela Alambique de Madrid, recetea en su blog 'El invitado de invierno' y en donde le lleve el viento, gastronómicamente hablando.

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