_
_
_
_
_

Gratín de kimchi, berenjena y setas

Esta sencilla receta está dedicada a los amantes del queso, del picante y de los sabores fuertes. Y lo que es mejor: además calmará el frío que se te ha quedado en el cuerpo.

Importante que el paño de abajo sea de gasa de la buena
Importante que el paño de abajo sea de gasa de la buenaALFONSO D. MARTÍN
Alfonso D. Martín

Salir a la calle ahora mismo, con el frío que hace, es un acto de valentía. Cuando por fin llegamos a casa apetece tomar algo caliente, picantito y que reconforte el alma. Si además tenemos en la ecuación una preocupante cantidad de queso, a muchos les satisfará la gula. Pero, si además podemos tenerlo en unos 35 minutos, que suenen las campanas: este gratín de kimchi, berenjena y setas es lo que necesitas.

Preparar esta receta es tan sencillo como mezclar unos cuantos ingredientes, un poco de nata, mucho queso y meterlo todo al horno. Para darle un poquito más de profundidad, la nata la cocinaremos en una mezcla de anchoa en mantequilla tostada. El kimchi, al estar fermentado, aporta acidez láctica al plato, cosa que ayuda a rebajar la sensación grasa del queso. Para aportar frescor añadiremos una buena carga de hierbas aromáticas, entre las que podéis usar albahaca, eneldo, hinojo, menta o lo que tengáis en casa.

¿Qué alternativa tienes si no puedes conseguir kimchi?

El kimchi es un ingrediente básico en la gastronomía coreana. La forma tradicional consiste en col china fermentada con gochugaru (chile en copos), salsa de pescado, arroz glutinoso y diversas frutas y verduras. La fermentación le otorga un sabor ácido debido a los lactobacillus que se alimentan de los azúcares. Si nos es imposible adquirirlo o prepararlo, una alternativa es usar una col, trocearla y blanquearla alrededor de un minuto en agua hirviendo. Dejarla enfriar y sazonarla con vinagre, sal, chile en copos, manzana rallada, unos cuantos ajos muy picados y una pizca de anchoas y semillas de sésamo machacadas. Naturalmente no se trata del mismo producto final, pero es un apaño si en tu localidad no es viable encontrar kimchi. Otra opción es adquirir chucrut, que es más sencillo de encontrar, y aliñarlo con los ingredientes anteriores obviando el vinagre.

Dificultad: La de esperar a que deje de arder para hincarle el diente.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 550 g de kimchi
  • 175 g de berenjena
  • 125 g de setas o champiñones
  • 300 ml de nata espesa para cocinar o crème fraîche
  • 250 g de mozzarella rallada
  • 150 g de emmental rallado (o el que queráis)
  • 8 anchoas
  • Un manojo de albahaca
  • 2 cucharadas de mantequilla
  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • 1 cucharadita de nuez moscada
  • Pimienta negra al gusto
  • Cebollita china para decorar (opcional)

Instrucciones

1.
En un cazo a fuego bajo-medio, saltear las anchoas con dos cucharadas de mantequilla y una pizca de pimienta negra hasta que se deshagan y tuesten ligeramente.
2.
Añadir los 300 ml de nata al cazo, la nuez moscada y cocinar un minuto. Retirar del fuego para que atempere.
3.
Calentar el horno con ventilador a 200ºC.
4.
Cortar la berenjena y las setas en trozos de dos centímetros aproximadamente y saltear en una sartén con una cucharada de aceite. Cocinar hasta que se doren y la berenjena se ablande. Pasar a un bol grande.
5.
Drenar el kimchi apretándolo con las manos y añadir al bol de las berenjenas y las setas. Reservar el jugo para otras elaboraciones
6.
Añadir el queso al cazo de la nata y mezclar bien. Pasarlo al bol con el resto de ingredientes. Mezclar bien y poner en una bandeja apta para horno.
7.
Meter la bandeja al horno a altura media y hornear durante 20 minutos. Pasado el tiempo, añadir un poco más de queso rallado por encima para que gratine y dejar cinco minutos más. Ya estará listo para servir con cebolleta china -si se quiere-, más albahaca, cebollino o cilantro por encima.

Si haces esta receta, comparte el resultado en tus redes sociales con la etiqueta #RecetasComidista. Y si te sale mal, quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com.

Sobre la firma

Alfonso D. Martín
Es cocinero, asesor gastronómico y fetichista de especias y fermentados. De pequeño gateaba al bar de al lado de casa para pedir un huevo duro y después empezó a tener dolor abdominal continuo por echarle picante a todo a escondidas de su madre. Si profanar recetas clásicas fuese un pecado, ya habría pasado los nueve círculos del Infierno de Dante.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_