
'Carrot cake' y arroz con leche veganos
¿Dulces y postres sin leche, mantequilla y huevo? Sí, se puede, y en algunos casos ni se nota la diferencia. ¿Pruebas? El bizcocho de zanahoria y el arroz con leche' de coco de La Gloria Vegana.
¿Dulces y postres sin leche, mantequilla y huevo? Sí, se puede, y en algunos casos ni se nota la diferencia. ¿Pruebas? El bizcocho de zanahoria y el arroz con leche' de coco de La Gloria Vegana.
Esta sopa tiene el máximo sabor con ingredientes muy comunes como pasta o arroz, verduras, hortalizas y legumbres. Todo ello acompañado con un buen chute del famoso pesto genovés.
Un contramuslo tierno y aromático, acompañado de diferentes tipos de chiles, un poco de pimiento rojo para endulzar y tallo de cebolleta que refresca el conjunto: sacar el wok nunca tuvo mayor recompensa.
La técnica de cocción más sencilla y el marinado en aceite de oliva se unen para crear unas alcachofas multiuso. Y como extra, una forma de aprovechar las hojas sueles tirar a la basura.
Esta receta de origen italiano es tan fácil de hacer como deliciosa. Y lo mejor: queda una salsa a base de cebolla, zanahoria, tomate, vino y el mismo jugo del ave que es para mojar pan durante tres días seguidos.
Una base crujiente cubierta por una deliciosa crema de almendras y rematada con rodajas de pomelo. El cítrico da frescura y un punto amargo, pero si no te gusta lo puedes mezclar o sustituir por otras frutas.
El contramuslo del pollo es tierno y jugoso, y cuando está deshuesado y troceado se cocina en cuestión de minutos. Con cuatro ingredientes más para darle sabor y aroma conseguiremos un plato de 10.
Este plato típico de la prefectura de Kagawa tiene dos ingredientes imprescindibles: los fideos udon y el huevo, que se puede servir crudo entero o algo batido. A partir de ahí hay mil sabrosas versiones de aderezarlo.
Carnes variadas, verduras, garbanzos y paciencia: eso es todo lo que se necesita para pegarse un festín de escudella. El chef Nandu Jubany nos enseña a preparar su famosa (y deliciosa) versión.
El idilio entre el cerdo y la manzana viene de tiempos inmemoriales, ya que la fruta refresca y aligera la grasa de su carne, además de aportarle un punto de dulzura que potencia su sabor.
La vaina de esta legumbre, prima hermana del guisante, se come entera y sin desgranar. Su sabor dulzón y textura crujiente hace que los tirabeques queden geniales al vapor o salteados, como en esta receta.
Conseguir una masa finísima como el encaje no solo es posible si tienes ocho apellidos gallegos. Con una buena sartén y un poco de mañana puedes preparar uno de los postres gallegos más populares y deliciosos.
Patata, col y panceta: sólo necesitas tres ingredientes para preparar un trinxat. En el restaurante Can Vilaró bordan este clásico del recetario catalán, y allí puedes desayunarlo o disfrutarlo a cualquier otra hora.
El arroz a la cubana no tiene nada de cubano, pero nos sigue gustando tanto como en la infancia. Por eso lo hemos intentado llevar a la perfección con una receta tan cuidada como deliciosa.
Cocinamos la sémola de trigo con un sofrito que admite prácticamente cualquier verdura que tengamos a mano y la proteína que más nos guste. Se prepara en 15 minutos y puede servir como receta de aprovechamiento.
La cocina de Holanda no es la alegría de la huerta, pero tiene algunas recetas tradicionales que valen mucho la pena. Un ejemplo es este puré a base de guisantes secos con hortalizas y carne de cerdo.
Los guisos de legumbres y todo tipo de derivados del cerdo son un clásico de la cocina regional española. Con estos garbanzos con chorizo viajaremos a La Rioja a golpe de cuchara.
Desde que Casa Lucio los popularizó en los ochenta, los huevos rotos con patatas son asiduos de las cartas de tapas españolas. Aprendermos a hacerlos con jamón y en versión vegetariana en el Bar Alegría.
Lo han llamado "pizza japonesa", pero el okonomiyaki se parece más a una tortita o tortilla a la que le puedes poner cualquier cosa. Aprendemos a hacerlo en un sitio donde lo bordan: Arigato.
Para preparar esta receta no necesitas más que una cazuela, pocos minutos de trabajo y un ratito al fuego. Alíñalas como quieras y rechupetea hojas como si no hubiera un mañana.
Si tienes problemas con el brócoli porque de pequeño te lo preparaban demasiado cocido, con esta receta harás las paces con él en un segundo: se prepara al dente y lleva el añadido fresco del limón.
Esta receta solo necesitó mantequilla y queso parmesano para triunfar en América desde su Roma original. Una embarazada desganada fue la inspiración, y un joven cocinero, el responsable.
Una menestra con verduras de temporada cocinadas al punto es una auténtica delicia a la que antaño, en las zonas de pastoreo, se le añadía un poco de carne de cordero para dar más contundencia al plato.
Estos huevos escalfados son un plato versátil que siempre va a estar rico, se prepara en un pispás y se adapta a tus verduras favoritas de cualquier temporada. Viene con truco huevero de regalo.
Pocas cosas ofrecen tanta recompensa por poco esfuerzo como encender el horno y poner en él una calabaza. Hoy la aliñamos con mantequilla 'noisette', almendras laminadas y un generoso toque de pimienta.
En este momento del año cualquier propuesta de cuchara es bien recibida. Si además de reconfortar el cuerpo incluye una buena dosis de verduras y legumbres, el negocio nos sale redondo.
Un plato sabroso y nutritivo, a medio camino entre el guiso y la crema. Todo gracias a la particular textura de las legumbres sin piel y partidas por la mitad, conocidas en Asia del Sur como 'dal'.
Cogerle cariño a una de las hortalizas menos populares es cuestión de escoger bien la parte que vas a cocinar, usar la técnica adecuada y acompañarla de ingredientes que potencien lo mejor de su sabor.
Actualizamos la madre de todas las recetas reposteras con un toque de té verde de repostería y un poco de chocolate: para prepararla sigues sin necesitar mucho más que el vaso de yogur como medida universal.
Tiene el mismo nombre que uno de los helados más famosos del mundo, que se inspiró en esta sencilla y reconfortante sopa. Es ideal para hacer las paces con el frío aunque no vivas en Bérgamo.
Seguramente los ñoquis son la pasta más sencilla de preparar en casa, y hechos a mano están a años luz de los industriales. Con una sencilla salsa a base de pera y queso azul tendrán el éxito asegurado.
En Occidente no estamos muy acostumbrados a tomar pescado con curry, y deberíamos. Es una combinación deliciosa que ayuda a consumirlo más, además de admitir infinitas combinaciones.
Toca despedir el 'annus' más 'horribilis', y proponemos hacerlo con algunos combinados sencillos para los que no necesitas ser 'bartender': una mimosa, un Manhattan, un daiquiri, un smash y un Moscow mule.
De cuscús y tomate, de guisantes y hierbas aromáticas y de pan con comino: nuestras sopas resucitan muertos y son perfectas para ese mes un tanto deprimente llamado enero.
Hay botellas para todos los gustos y para todas las mesas. Aquí traemos soluciones vínicas para que todo el mundo empine el codo a gusto.
Gracias a la magia de la nata y la gelatina podemos montar esta tarta sin pasar por el horno. La receta se puede adaptar a frutas tropicales o de verano, como el mango o el melocotón.
El asado es una de las técnicas más útiles para hacer comida festiva sin currar demasiado. Aquí van unos cuantos consejos para triunfar con las carnes al horno más una receta de rosbif marinado con soja y miel.
Los 'whoopie pies' están a medio camino entre la galleta y el brownie. Su relleno de crema sustituye al malvavisco original, omnipresente en los recetarios del siglo XIX pero empalagoso para el paladar actual.