
Tres formas de conseguir que la pechuga sepa a algo
La pechuga es ese alimento sosete con el que muchos se mortifican a la vuelta de vacaciones. Aquí tienes tres ideas ultrasabrosas para que la grisura deje paso al color.
La pechuga es ese alimento sosete con el que muchos se mortifican a la vuelta de vacaciones. Aquí tienes tres ideas ultrasabrosas para que la grisura deje paso al color.
Las cremas de verduras de supermercado son un recurso cuando no puedes o no quieres cocinar. El chef Xavier Pellicer cata a ciegas ocho marcas y salva algunas de la quema.
El gazpachuelo es una receta emulsionada con mahonesa casera, que se convierte en una salsa un poco más ligera pero con mucha enjundia cuando la ligamos con caldo de pescado.
Una manera fresca de comer judías verdes, cuyo sabor se viene arriba con la acidez de la manzana verde, el toque de ajo y la cremosidad del aliño.
Si siempre te sobra albahaca cuando compras un manojo para una receta, esta crema fría que sustituye los lácteos por el aguacate tiene todos los números para convertirse en tu talismán de aprovechamiento veraniego.
Si vas al gimnasio y te ha dado la fiebre del arroz con pollo, hazte un favor y prepáralo siguiendo esta receta. Con un simple adobo saldrás del pollo soso y del triste arroz blanco.
El pescado tiene muchos fans, pero también unos cuantos 'haters'. Si eres uno de ellos o convives con un negacionista marino, apunta estas ideas para iniciarse sin dolor -y sin olor- en este universo.