
Tres patés con cacahuete para el aperitivo
Los cacahuetes sirven para mucho más que comerlos mientras te tomas una cerveza: estos tres untables son solo una pista de todo lo que puedes hacer con ellos, una batidora y un poco de imaginación.
Los cacahuetes sirven para mucho más que comerlos mientras te tomas una cerveza: estos tres untables son solo una pista de todo lo que puedes hacer con ellos, una batidora y un poco de imaginación.
Un postre, merienda o desayuno en el que el queso fresco, la fruta de temporada y los frutos secos se llevan el protagonismo. No es demasiado dulce y admite muchísimas variaciones.
Si la crema de verduras te parece aburrida, haz que baile con los piñones. Si quieres darle más enjundia a ese guiso, prepara una majada de almendras: los meses de frío son la mejor temporada para consumir estos alimentos saludables y polifacéticos.
Las almendras recubiertas de capas de azúcar lo petaron desde finales del XIX hasta los años noventa. Sin embargo, cada vez son menos los artesanos peladilleros que mantienen la tradición de elaborarlas.
Almendras, pan, aceite de oliva y vinagre son los cuatro ingredientes básicos de un antiquísimo plato cordobés, que viene a ser al ajoblanco lo que el salmorejo al gazpacho.
Tostar o freír frutos secos en casa, añadiéndoles especias, hierbas aromáticas y otros aderezos, nos ofrecerá no solo un picoteo sin ingredientes rarunos, sino también una base que podemos usar en la cocina.
Puede prepararse con cacahuetes enteros o su mantequilla, se aromatiza con ajo y el vinagre y la salsa de soja le dan aún más vidilla. Esta salsa se convertirá en un básico en tu nevera.
El dukkah es una mezcla de frutos secos, semillas y especias típica de Egipto, que se puede hacer sin problema con ingredientes españoles. Sirve para animar ensaladas, cremas, verduras, hummus o lo que te apetezca.
Existen pocas verduras más fáciles de cocinar que las espinacas: basta con echarlas en una sartén con un poco de aceite y esperar a que se hagan. ¿Sus mejores amigos? Las frutas y los frutos secos.
Matar el gusanillo sin ponerse ciego a guarrerías es posible: aquí tienes unas cuantas alternativas deliciosas disponibles en el supermercado y 100% libres de culpa.
Las perrunillas son unas pastas que se toman en distintas zonas de España, pero su núcleo irradiador está en Extremadura. Dos cacereñas que llevan toda su vida haciéndolas nos inician en esta joya del dulcerío.
Con la receta de su retatarabuela, Vicente Pastora elabora un dulce llamado "queso de almendras" en la panadería Rocío de Atajate, el pueblo más pequeño de Málaga. Está tan bueno que es nuestro producto del mes.
El cocinero Iván Sastre utiliza las castañas como ingrediente principal en su restaurante escondido en Júzcar, un minúsculo pueblo malagueño pintado de azul. Hoy nos da algunas pistas para cocinar con ellas.
La tarta de Santiago es un símbolo de Galicia, y también uno de los postres más fáciles de hacer que existen. Pasa de versiones industriales y aprende a prepararla en casa.
Se preparan exprimiendo frutos secos, fermentan y se maduran hasta alcanzar su punto. Los 'quesos' veganos artesanos no son quesos, pero tienen más en común con sus primos lácteos de lo que crees.
Unas albóndigas de pollo sin fritanga con manzana y pasas de Corinto, cuyo sabor nos recordará al de los clásicos chiles en nogada de Puebla. La salsa es sencillísima, pero su sabor es de diez.
Asadas, cocidas, al horno y hasta fritas: aunque lo más habitual sea comprárselas a las castañeras, también podemos preparar este fruto seco tan otoñal en casa de muchísimas maneras.
Una versión del chef Miquel Ruiz de una preparación típica de Denia, a medio camino entre el embutido y la hamburguesa, que se viene aún más arriba gracias a la 'picaeta' de cacahuete.
Llega el calor y los manteles toman los parques y merenderos. Pero, ¿nos estamos jugando una intoxicación en aras de lo bucólico? ¿Hay vida más allá de los filetes empanados?
Si tenemos huevos, fruta, yogur, conservas de pescado o pan integral de buena calidad será más fácil que desayunemos en condiciones, aunque nos despertemos con el tiempo justo y la creatividad al mínimo.
En Italia lo pondrían sobre una tostada y lo llamarían 'bruschetta', pero también puedes servirlo con picos o regañás, o convertirlo en un plato completo añadiendo un poco de pasta o arroz integral.
Ya está aquí el otoño y con él llegan el fresquete, la batamanta y las ganas de encender el horno ¡Inaugura la temporada repostera con un dulce reconfortante!
Una vuelta de tuerca a las clásicas espinacas a la catalana, que se convierten en un sabroso plato único gracias a los garbanzos y ganan sabor con un sofrito y una puntita de butifarra.
Si no te gusta el pepino o te sienta mal, ésta es la ensalada que te reconciliará con esta hortaliza. Otra buena noticia: se tarda exactamente cinco minutos en hacerla.
Marisco, una plancha y una buena salsa a base de limón y aceite: si esta combinación ya te suena bien, añádele el toque aromático de la albahaca y unos pistachos. Ahí lo tienes, el verano hecho aperitivo.
El lomo rebozado estaba muy bien cuando teníamos 12 años, pero después de dos lustros comiendo lo mismo, igual ha llegado el momento de buscar nuevas recetas con las que innovar en picnics y comidas al aire libre.
Ya es tarde para la operación bikini. Lo sabemos, y además no creemos en ella. Por eso proponemos esta receta, que rinde culto al chocolate, la galleta y el plátano. Sin remilgos, pero también sin comerse medio kilo.
Los champiñones crudos cortados finamente son perfectos para absorber una vinagreta con un toque alegre de mostaza. Un buen tomate refresca el conjunto, y las almendras fritas le dan resistencia al mordisco.
Con semillas y cereales, con fruta deshidratada y anís o con un aire oriental: hoy no sólo te llevas una masa base para hacer unos crackers fabulosos, sino también tres ideas para tunearlos.
Se parecen a las judías verdes porque lo que nos comemos es su vaina, pero los tirabeques o bisaltos son en realidad parientes de los guisantes. Con un poco de sémola y unos aderezos, son un plato de 10.
Un bollo sencillo que funciona como merienda y ambientador de cocina a la vez: con esta combinación de mantequilla, pasas, ralladura de cítricos y una generosa cantidad de especias, tienes ambos asegurados.
Solo hacen falta un par de trucos para convertir el insípido tofu 'normal'en la base sabrosa y crujiente sobre la que construir un rico bocadillo. El tomate asado y el pesto rematan la jugada.
El mafe es un delicioso plato típico de África occidental. Una vídeorreceta como ninguna otra que hayas visto te enseña a hacerlo, dentro de una campaña para que las mujeres de Senegal accedan al agua potable.
Cruzamos el estrecho para disfrutar de la auténtica cocina española de fusión: la ceutí. Las influencias andaluzas, árabes y bereberes se mezclan en uno de sus platos más típicos: el pollo a la moruna.
Crujientes por fuera y tiernos por dentro, estos scones son el desayuno o la merienda perfecta. Con café, té, mermelada, mantequilla o lo que prefieras: incluso puedes hacerlos en versión salada.
Al plato, en un buen panecillo con extra de queso, en táper para comer en el trabajo o para una barbacoa con amigos: esta hamburguesa vegetal está tan buena que ni el más carnaca podrá resistirse.
Fácil, sana y llena de sabor. Así es esta versión de la ensalada de col que viene a ayudarnos con los propósitos de portarnos bien en 2017 después de tanta comidorra navideña.
Un homenaje al Ferrero Rocher hecho con chocolate de verdad y frutos secos, acompañado de una salsa de queso dulce. Los de la mansión del embajador se van a poner verdes de envidia.
El dulce navideño italiano por excelencia tiene una elaboración larga y laboriosa, pero en El Comidista te ofrecemos una versión exprés igualmente satisfactoria. Aviso: haz chocolate, lo vas a necesitar.
¿Tienes experiencia con la masa madre, tiempo y ganas de currarte un panettone desde cero y sin levadura? Aquí tienes la versión para panarras avezados de nuestro dulce navideño favorito.
Se alejan las fechas de la Castañada, del Magosto, de Todos los Santos y de Halloween, pero el boniato tiene pensado quedarse todo lo que dure el frío. Hoy, nos lo comemos en forma de ensalada.
Si usamos frutos secos crudos y previamente hidratados, podremos conseguir un paté untuoso sin usar grasas añadidas. Unas berenjenas asadas, hierbas y tomate deshidratado le ponen el extra de sabor.