
Lentejas con gambas
Cubrimos un guiso de lentejas con carne de gamba que se cocinará con el calor residual. Las cabezas y cáscaras sirven como base para un caldo corto que aporta sabor a las legumbres.
Cubrimos un guiso de lentejas con carne de gamba que se cocinará con el calor residual. Las cabezas y cáscaras sirven como base para un caldo corto que aporta sabor a las legumbres.
¿Hasta el níspero de ceviche? Es hora de descubrir otros platos de la costa pacífica suramericana. El encocado lo tiene todo para enamorar: marisco, pescado, leche de coco, especias y un puntillo picante.
Una preparación a base de arroz suelto y aromático, de sabor potente gracias al caldo en el que se cocina. Lo acompañamos con hortalizas y marisco para obtener un plato que puede funcionar como único.
El plato recoge los jugos marisqueros de ambos bichos, las gambas y las almejas, por lo que es preceptivo preparar un buen pan para no dejar ni una gota de salsa en la fuente. Avisados estáis.
La serie de recetas de personajes conocidos a los que les gusta cocinar continúa con Kike García y Abi López, de la web satírica El Mundo Today y la librería La Llama Store. Aviso: su paella no es muy valenciana.
Curar unas gambas en salmuera no solo permite aderezarlas de manera uniforme, sino también que su carne se contraiga y se cocine ligeramente, lo que nos permite usarlas en infinidad de platos.
Un aperitivo chino de bocado que podemos preparar en casa con facilidad, se cierra sin virguerías y acepta todo tipo de rellenos, cocciones y aderezos.
Para que este plato quede genial solo necesitas marisco cocinado al punto, una vinagreta suave con sus jugos para potenciar el sabor, algo de cebolleta, cebollino y clara de huevo picados.
Le damos una vuelta a un aperitivo clásico usando técnicas de alta cocina, tratando por separado sus diferentes partes para conseguir un bocado sedoso y una explosión de sabor.
Un aperitivo clásico con pocos ingredientes, con el que puedes llegar a la perfección usando un buen marisco, respetando el punto de cocción y evitando la textura gomosa característica de su peor versión.
La versión malaya del curry combina una potente mezcla de especias con la untuosidad de la leche de coco y la frescura del lemongrass. Un caldo hecho con las cabezas cáscaras potencia el sabor a marisco.
Usamos tinta para dar color a unos fideos finos que tostamos previamente en la sartén y rematamos en el horno. La técnica, además, cocinará los gambones en su punto justo.
El pan artesano de masa madre del mediático panadero Chad Robertson es fruto de años de investigación y cantidades ingentes de aromáticas hogazas despachadas. Ésta es una de las recetas más populares de su Bar Tartine.
Si cuando piensas en curry lo haces solo en pollo, cordero o verduras, estas gambas con una salsa un poco dulce, ligeramente ácida y altamente adictiva te romperán todos los esquemas.
No viene de América sino de Francia, originalmente se hacía con bogavante o langosta y acabó cayendo en el pozo del olvido de la comida viejuna. Pero sigue siendo un platazo, y por eso lo recuperamos.
Aprovechamos el coral y las cáscaras del marisco para hacer una sabrosa salsa con la que remataremos un guiso de judías finísimas, en el que la carne de la gamba y la panceta se cocinan con el calor residual.
A los platos navideños de toda la vida no les viene mal un lavado de cara. Aquí tienes cinco clásicos renovados (y mejorados) para estas Navidades.
La 'carbomare' es una versión de este clásico italiano que sustituye el guanciale por ingredientes como navajas y gambones. Rematan un aceite aromatizado con sus cabezas y la cremosidad de la yema de huevo.
Preparar un curry en casa con ingredientes básicos no es tan complicado. Hazlo con esta sopa de pollo y marisco y ajusta las cantidades hasta que consigas una versión con su sello personal.
Tiene tanta enjundia como un arroz seco, pero es mucho más fácil de preparar: el único secreto para que esta fideuá salga bien es que el sofrito esté bien seco y el caldo de pescado, muy sabroso.
Hoy preparamos un plato tan libre como el jazz, que bebe de culturas variadas como la americana, la francesa o la española y cuya base es un roux oscuro y un sofrito a base de cebolla, apio y pimiento.
La vainilla tahitiana es la más preciada en el mundo; una variedad rara y única de sabor afrutado que podemos disfrutar no solo en plastos dulces, sino también salados. Como muestra, estas exóticas gambas con coco.
Las gambas y los langostinos son también para el verano, pero si quieres chuperretear como es debido necesitas una buena salsa untuosa. Nosotros te damos tres para que lo goces durante la canícula.
Empieza por fin la temporada de barbacoas, y para celebrarlo te traemos una recetas de setas rellenas de colitas de gamba y cacahuetes con gremolata de lima. Sí, también puedes prepararlos dentro de casa.
Si pelas unas gambas y vigilas unos mejillones al vapor puedes conseguir un caldazo de aúpa para dar sabor a tu arroz, sin invertir ni un euro extra ni demasiado esfuerzo (que ya nos conocemos).
Si tienes caballa, bonito, merluza, mejillones, corvina, calamares o langostinos, también tienes todos los números para poder hacerte una cena más que digna en muy poco tiempo.
Además de un recetón para que te hagan la ola en casa cualquier domingo, te llevas de regalo una técnica para preparar arroz seco que nunca falla. Prepárala y versiónala para comidas felices 100% libres de monotonía.
Una receta literaria y fabulosa para rendir homenaje a Pepe Carvalho, el detective gastrónomo, y a su creador Manuel Vázquez Montalbán. Hasta Biscuter nos daría el visto bueno.
Las conservas de pescado, el queso, los frutos del mar, el foie y los ahumados acuden al rescate de los desnortados que ya habéis explotado todos vuestros recursos cocineros durante estas fiestas.
¿Ensaladas en Navidad? ¡Pues claro! Como entrante o para limpiar un poco el paladar entre el primer o el segundo plato, las verduras crudas y su frescura se agradecen. Unas gambas ayudarán a vestirlas de fiesta.
Parece una receta, pero es la fórmula para que encontrar en la frutería mangos más verdes que el Grinch no sea un drama, sino una alegría. Unas gambas, unos fideos y un aliño potente le ponen la puntilla.
Suma algas, gambones y una mayonesa de su coral: el resultado será la ensaladilla con más sabor a mar que hayas probado nunca. Un éxito asegurado en tus comidas –y cenas, y hasta meriendas– navideñas.