
El matrimonio feliz de espinacas y frutos secos
Existen pocas verduras más fáciles de cocinar que las espinacas: basta con echarlas en una sartén con un poco de aceite y esperar a que se hagan. ¿Sus mejores amigos? Las frutas y los frutos secos.
Existen pocas verduras más fáciles de cocinar que las espinacas: basta con echarlas en una sartén con un poco de aceite y esperar a que se hagan. ¿Sus mejores amigos? Las frutas y los frutos secos.
Una vuelta de tuerca a las clásicas espinacas a la catalana, que se convierten en un sabroso plato único gracias a los garbanzos y ganan sabor con un sofrito y una puntita de butifarra.
Se parecen a las judías verdes porque lo que nos comemos es su vaina, pero los tirabeques o bisaltos son en realidad parientes de los guisantes. Con un poco de sémola y unos aderezos, son un plato de 10.
Un bollo sencillo que funciona como merienda y ambientador de cocina a la vez: con esta combinación de mantequilla, pasas, ralladura de cítricos y una generosa cantidad de especias, tienes ambos asegurados.
Crujientes por fuera y tiernos por dentro, estos scones son el desayuno o la merienda perfecta. Con café, té, mermelada, mantequilla o lo que prefieras: incluso puedes hacerlos en versión salada.
El dulce navideño italiano por excelencia tiene una elaboración larga y laboriosa, pero en El Comidista te ofrecemos una versión exprés igualmente satisfactoria. Aviso: haz chocolate, lo vas a necesitar.
¿Tienes experiencia con la masa madre, tiempo y ganas de currarte un panettone desde cero y sin levadura? Aquí tienes la versión para panarras avezados de nuestro dulce navideño favorito.
Servimos una ensalada con frutos secos, aceitunas y fruta deshidratada sobre dos mitades de calabaza asada y las aliñamos con una vinagreta que remata su aire moruno. Te gustará seas de Halloween o de Holywins.
Un pastel suave y esponjoso como el algodón que te hará ser infiel a tu tarta de queso de cabecera. Con los mismos ingredientes de siempre pero pasados por el filtro japonés: manga a la vez que zen.
En nuestro empeño por hacer revisiones falsas o trampantojos de recetas tradicionales, ya estábamos tardando en meterle mano a un clásico de la cocina. Steak tartar, ha llegado tu hora.
El cordero sirve como acompañamiento de una sémola hidratada en frío y un buen montón de verduras y hierbas, en un plato que podríamos definir como 'flexitariano canónico'.