
Ensalada de cuscús y gazpacho
Hidratar la sémola de trigo con la sopa fría más famosa del verano nos proporciona una base muy sabrosa sobre la que podemos montar fácilmente una ensalada con las hortalizas o frutas que tengamos a mano.
Hidratar la sémola de trigo con la sopa fría más famosa del verano nos proporciona una base muy sabrosa sobre la que podemos montar fácilmente una ensalada con las hortalizas o frutas que tengamos a mano.
La piperrada es una especie de pisto típico del País Vasco y Navarra, en el que el pimiento es actor principal. Aquí lo servimos con huevos, pero es una preparación que da la talla como aperitivo o acompañando carnes y pescados.
La cremosidad de la burrata junto al sabor intenso de los pimientos asados y la mantequilla tostada hacen de esta ensalada un plato perfecto para variar el recetario veraniego.
Si no eres muy fan del pimiento, esta misma receta se puede hacer con otras hortalizas asadas como berenjena, calabacín, calabaza, remolacha o zanahoria. Y así sales un poco de los espaguetis con tomate frito de bote, anda.
Si te gustan los pimientos asados pero encender el horno con este calor te da pereza, este guiso donde retozan con ajo, vinagre y hierbas aromáticas puede ser tu maná veraniego.
Un guiso de bacalao con tomate y cebolla que pide un buen pan para mojar, se beneficia del colágeno del pescado y puede tener diferentes significados dependiendo de la zona de España dónde lo nombres.
Un pollo jugoso, idealmente preparado a la brasa para conseguir un toque ahumado y acompañado de una salsa con toques picantes, dulces y salados que lo complementa a la perfección.
Hortalizadas cocinadas al horno o a la brasa y generosamente aliñadas: eso es la escalivada, una preparación que se puede tomar tal cual o usarla en tostadas, cremas, canelones o flanes salados.
Una combinación fresca de patata y hortalizas veraniegas, que puede servir desde como hasta de plato único si se ilustra con huevo duro o alguna conserva de pescado.
El único calor que sentirás preparando estos platos de pasta es el de cocerla: nuestras salsas de tomate, de piquillos y de nueces se hacen en frío. También se pueden cocinar sin nada debajo del delantal.
Dicen que en los años setenta el cocinero Ramón Roteta fue el primero en rellenar pimientos del piquillo, esa variedad navarra tan sabrosa. Hemos hecho una versión menos señorial que la suya con gambas y merluza.
En este momento del año cualquier propuesta de cuchara es bien recibida. Si además de reconfortar el cuerpo incluye una buena dosis de verduras y legumbres, el negocio nos sale redondo.
Esta salsa elaborada a base del chile homónimo fue un invento portugués. O quizá angoleño. ¿O nació en Mozambique? Qué más da el origen, lo importante es que está rica y admite muchas variaciones.
Unos pimientos pequeños, agua para escaldarlos y un relleno sencillo pero sabroso: es todo lo que necesitas para este aperitivo, que adapta un plato clásico a las temperaturas estivales.
Una panadería de Vinaròs (Castellón) mantiene la tradición de la farinada, una especie de torta dulce de preparación atípica. Su relleno es de harina, canela y limón, pero en verano también lleva pimientos.
Con pimiento, berenjena y cebolla puedes hacer la base de un pisto o una escalivada -a falta de tomate-, pero hay preparaciones mucho más rápidas que harán brillar estos ingredientes con solo un golpe de sartén.
Es temporada de pimientos, y además de comerlos frescos como si no hubiera un mañana, podemos preparar conservas sencillas para el resto del año. Nuestra apuesta: asados en aceite, encurtidos y en mermelada.
Pimiento asado, tomate muy reducido y una combinación de especias son la base para preparar este polivalente plato búlgaro, una conserva con textura a medio camino entre una salsa y un untable.
Los pimientos del cristal son una cumbre de la huerta navarra. Finos, delicados y difíciles de manipular, su sabor compensa el esfuerzo (y también se pueden comprar en conserva, que no hay que hacer nada).
Una joya de la cocina popular elaborada con bacalao y pimientos asados que invita a darlo todo mojando una buena hogaza de pan. Las aceitunas y los piñones rematan una receta tan sencilla como sabrosa.
Uno de los cocineros más famosos del mundo cocina para El Comidista dos untables tan deliciosos que no podrás parar de comerlos: un hummus de alubias con 'muhammara' y una crema de ricota y ajo asado con habas.
Todos se llaman "del piquillo". Unos son navarros, dulces y exquisitos, y otros vienen de Perú o África y son bastos y menos sabrosos. Entender el porqué de las diferencias es el primer paso para evitar engaños.
Debates cachoperos, ensaladillas con mayonesa azul, asuntos turbios en franquicias y flechazos con Grande Marlaska y Pablo Simón son algunas de las cosas que pasan en el consultorio de marzo.
¿Hay algo más sano, rico y sencillo que las verduras a la brasa? Tal vez la ensalada. ¿O son las verduras asadas? Si has tenido este dilema alguna vez, hoy te ayudamos a solucionar tu conflicto verdulero.
Si eres de los que no le gustan los pimientos de piquillo, estás de enhorabuena, porque esta receta suaviza su sabor. Si te gustan, los vas a disfrutar igual, así que bien para todos.
"Sólo pica y no añade sabor". "Es indigesto". "Se usa para camuflar comida en mal estado". Cuestionamos éstos y otros lugares comunes sobre el picante y de paso te enseñamos algunos básicos sobre su fogoso mundo.
Huevos, bacalao, cebolla y pimiento, cuatro elementos para conseguir una de las obras maestras del arte tortillil. Se hace más rápido de lo que piensas y el punto de jugosidad se puede adaptar a todos los gustos.
El bonito y los pimientos han nacido para estar juntos. Te enseñamos a unirlos en matrimonio en una ensalada con tres versiones: para vagos, cocinillas avanzados y perfeccionistas insoportables.
Probamos las versiones de este clásico estival que proponen Dani García, Ferran Adrià, José Andrés y Simone Ortega. ¿Quién habrá encontrado la divina proporción entre tomate, pimiento, pepino y cebolla?
¿Es una ensalada? ¿Una salsa? ¿Un avión? La matbucha cruza el Estrecho, y va directa a tu plato para llenar los últimos días del verano de color y de sabor a pisto exótico.
La versión de la ensaladilla que preparan en el restaurante El Sifó es más ligera que la rusa, prima hermana de la escalivada y perfecta para comer tal cual o untar encima de una tostada.
Hortalizas crujientes, una salsa cremosa y con enjundia y hierbas aromáticas para darle sabor y frescura: tunea esta ensalada como quieras y se convertirá en un básico de tus comidas.
Si crees que la expresión “ser la guinda del pastel” debería sustituirse por “ser la banderilla del aperitivo”, y el vermut es tu credo y tu religión, tienes que probar estas gildas caseras.
Cortar muchos tomates cherrys de una vez. Pelar patatas en segundos. Caramelizar cebolla en minutos. Mira nuestros trucos de cocina para verduras y entra en una nueva dimensión.
En el momento del año en el que no se sabe si va a hacer temperatura de otoño o de verano, las sopas que pueden tomarse frías o calientes son un salvavidas. Esta es una de ellas, y está buenísima de las dos maneras.
Calabacines, berenjenas, tomates, pimientos, judías verdes y pepinos. Están en su mejor momento, y en El Comidista lo celebramos con esta orgía de propuestas a cuál más sana.
Una forma rápida y sencilla de preparar legumbres, de inspiración mexicana y muy fácil de tunear. De regalo, unas zanahorias escabechadas con un punto de chile con infinitas aplicaciones y de larga duración.
Combinaron una caballa curada en sal y vinagre 100% japonesa con unas cuantas hortalizas de verano más mediterráneas que Serrat. Lo que sucedió a continuación no les sorprenderá: se lo comieron.
Unos dados de patata cocida salteada y un puré cremoso de boniato son la base de un juego de texturas en el que también participan la cebolla y el pimiento. Todos ganan (pulpo incluido).