
Rape con garbanzos y setas
El mar y la montaña, el rape y las setas, se unen en este guiso otoñal. Para esta receta hemos usado níscalos, pero realmente puedes elegir la que quieras siempre que respete el sabor delicado de este pescado.
El mar y la montaña, el rape y las setas, se unen en este guiso otoñal. Para esta receta hemos usado níscalos, pero realmente puedes elegir la que quieras siempre que respete el sabor delicado de este pescado.
Jugosos trozos de rape, gracias a un marinado previo en limón, con un crujiente rebozado a la romana, un aperitivo asturiano tradicional del que podríamos comernos un cubo.
Un caldo con mucha enjundia y sabor, fácil de preparar y que se engorda con batata cocida y carne de rape, perfecto para esas noches en las que aún hace fresco y apetece algo que entone el cuerpo.
No viene de América sino de Francia, originalmente se hacía con bogavante o langosta y acabó cayendo en el pozo del olvido de la comida viejuna. Pero sigue siendo un platazo, y por eso lo recuperamos.
Abraza la cocina viejuna esta Navidad, porque no hay nada peor que ir de chef moderno en una comida familiar ni nada más entrañable que tirar de clásicos incontestables, como este rape disfrazado de langosta.
La complicidad entre los ingredientes es un escándalo, y son tan fáciles de comer que desaparecerán de tu mesa en pocos minutos.
Con esta sencilla técnica de cocción conseguiremos un arroz suelto, al punto y con todo el sabor del caldo. El rape y los langostinos son sustituibles en función de lo que ofrezcan la pescadería y la temporada.
No, no es paella. Pero sí es un arroz seco fácil de preparar, y con un sabor a mar que te convertirá por un momento en pez abisal.