Helado tropical en bolas

Uno de los grandes acontecimientos que nos depara el futuro es el regreso de Adán y Eva. “Qué mal anda el futuro de acontecimientos”, pensarás, y probablemente tengas razón, pero reconozcamos ciertos valores humanos en el programa de Cuatro que empujan a esperar con ansia su retorno: penes, tetas, felpudos, morbo, explotación descarnada del exhibicionismo, situaciones vergonzantes sin fin y ese sentido homenaje a la ignorancia que caracteriza a los productos más selectos de Mediaset.

La segunda temporada del espacio, convertido ya en objeto de culto, cuenta con un importante aliciente. De una localización mediterránea en Croacia, normalita por cercana, pasaremos a gozar de toda la exhuberancia tropical de Filipinas, lo que confiamos empuje a los concursantes a exagerar todavía más su voluptuosidad. O, mejor aún, a decir / hacer más estupideces que en la pasada entrega.

Al cierre de esta edición no sabemos cuándo emitirá Cuatro esta gema de la telerrealidad, pero para prepararnos y de paso rendirle tributo, proclamamos 2015 como el año de cocinar en pelotas en verano. ¿Qué mejor manera de combatir el calor, de compartir con el mundo nuestras lorzas y de generar arrobas de vergüenza ajena entre nuestros familiares? Las ventajas de guisar en bolas son múltiples, pero se deben tomar ciertas precauciones. Ponerte delantal evitará quemaduras en zonas sensibles y a la vez realzará tu sensualidad visto por detrás. Calzar unos Crocs te protegerá de potenciales cuchillos que caen al suelo, y también desactivará cualquier arrebato de lujuria entre los que anden por ahí. Consideradas ambas cuestiones, ya puedes lanzarte a preparar este helado tropical de papaya, mango y maracuyá, para el que no necesitarás ni ropa ni máquina heladera.

Este artículo se publicó originalmente en la revista Tentaciones.

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