Las leyes de la croqueta
¿Existe algún ser humano (normal) al que no le gusten las croquetas? Seguramente no, y por eso revelamos en rigurosa exclusiva las normas básicas para que te salgan ricas y cremosas.
La croqueta es la gran diva de los fritos nacionales. Crujiente por fuera, cremosa por dentro y amable receptora de los más variados ingredientes, está muy arriba en el hit parade de la memoria gastronómica de todos los afortunados con madres o abuelas que las produjeran en casa, y también de los que han tenido cerca algún bar o restaurante con la suficiente dignidad para no servirlas de Findus, Frudesa o similares.
No os mentiré: preparar croquetas lleva su curro, pero no tanto como pudiera parecer. Es más paciencia que otra cosa. Además, las posibilidades de éxito son bastante altas si se respetan unas normas básicas de preparación. ¿Quieres saber cuáles son? Pues echa un ojillo al vídeo de arriba, que allí te las contamos en poco más de un minuto. Y lo más importante: no dejes de meter el dedo en la pasta de las croquetas.
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