_
_
_
_
_

Boniato asado con mantequilla de miso

Mezcla mantequilla con miso y descubre el aderezo que mejorará cualquier plato en un instante, gracias a su textura fundente y el profundo sabor de la soja fermentada.

Boniteces asadas
Boniteces asadasMÒNICA ESCUDERO

La mantequilla de miso es uno de esos descubrimientos que hace que te pongas a pensar platos y más platos en los que usarlo. La combinación es extremadamente gustosa, gracias a la textura de la mantequilla y el profundo umami de la pasta de soja, que se potencian mutuamente, convirtiéndose en una bomba de sabor que mejora instantáneamente todo lo que toca.

La proporción entre mantequilla y miso no solo puede, sino que debe variar dependiendo del gusto de cada uno y del plato que vayamos a preparar. Si queremos poner solo un toque encima de un pescado, podemos poner más miso (si la calientas y se la pones con un pincel a una caballa, la dejas unas horas en la nevera y luego la marcas por el lado de la piel a fuego fuerte vivirás una experiencia religiosa). Si vamos a usar más cantidad, mejor que predomine la mantequilla o estará demasiado salada. Usa el sentido común y ve probando, seguro que encuentras la fórmula adecuada para cada plato.

Los boniatos más pequeños se cocinarán más deprisa, pero los más grandes serán más fáciles de pelar. Os recomiendo que pongáis el doble de boniatos de los que pide la receta: podéis usar los que sobren para hacer un puré, tomarlos como merienda o desayuno con canela y un poco de miel o hacer una guarnición rápida cortándolos en rodajas y dorándolos un minuto en una sartén.

Esta mantequilla tuneada -que funciona como salsa cuando se calienta y se vuelve líquida- tiene aplicaciones casi infinitas. Puedes usarla para cocinar unas setas, para ligar la salsa de un estofado -y de paso darle un sabor más profundo-, dejar que se funda sobre un solomillo o un contramuslo de pollo o para saltear unos tacos de salmón. Con unos fideos de arroz, cacahuete picado y cilantro, en un puré de calabaza o sobre verduras asadas o al vapor: la soja fermentada le dará profundidad y potenciará cualquier sabor.

Dificultad: Para cabezas de castaña.

Ingredientes

Para 4 raciones

  • 2 boniatos grandes o 4 pequeños
  • 60 g de mantequilla
  • 40 g de miso
  • Cebollino, cebolleta china o tallo de cebolleta
  • Sésamo

Instrucciones

1.
Mezclar la mantequilla en pomada con el miso hasta que estén integradas. Reservar.
2.
Asar los boniatos limpios y envueltos en papel de aluminio en el horno a 150 grados. El tiempo dependerá del tamaño: si son pequeños pueden estar listos en unos 40 minutos, si son muy grandes pueden tardar el doble.
3.
Sacar los boniatos del horno, abrirlos por la mitad a lo largo, pelarlos y hacer rodajas o preparar en el formato que se prefiera. Poner encima la mantequilla de miso, el sésamo y el cebollino picados y servir.

Si haces esta receta, comparte el resultado en tus redes sociales con la etiqueta #RecetasComidista. Y si te sale mal, quéjate a la Defensora del Cocinero enviando un mail a defensoracomidista@gmail.com.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_