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Pasta con hinojo y sardinillas

El hinojo cocinado tiene una textura melosa y un sabor ligeramente dulce, perfecto para combinarlo con otro más intenso como el de las sardinas en conserva. Un toque de mantequilla y limón remata la jugada.

Tan rica como bonita
Tan rica como bonitaRAQUEL BERNÁCER
Raquel Bernácer

Que levante la mano quien tuviera ganas de que llegase la primavera. Qué bien, amigos comidistas: ya tenemos aquí la temporada de fresas, guisantes y espárragos; aunque también es el momento de decirles adiós a las mejores alcachofas, coles de Bruselas, bulbos de hinojo y todos esos vegetales que llegan del frío, adorados en esta santa casa.

Vale, es posible que el hinojo tampoco es el vegetal con más popular del universo, pero a mí me da que eso es porque no nos han enseñado a cocinar con él. ¿Qué se puede hacer con un bulbo que sabe a anís? Pues muchas cosas: cuando lo cocinamos, el hinojo tiene una textura suave y un sabor ligeramente dulce y anisado; queda delicioso cuando se carameliza y combina muy bien con sabores algo más fuertes como el de las sardinas de esta receta.

Pero el hinojo también puede tomarse crudo: en este caso, su textura es crujiente y algo más dulce y anisada que cuando se cocina. También queda genial combinado con naranja, así que, aunque estemos a final de la temporada, os animo a que lo probéis antes de que tengamos que esperar a finales de otoño para verlo de nuevo en los mercados. ¿Necesitáis unas directrices más concretas? Ahí van: mezclad escarola, hinojo crudo laminado, naranja a rodajas y unas aceitunas negras. Aliñad con aceite de oliva virgen extra y sal en escamas, y a gozar.

Dificultad: La que tiene abrir una lata de sardinas.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 280 g de pasta
  • Un bulbo de hinojo
  • Una lata de sardinillas (2 filetes de sardina o 2 sardinillas por persona)
  • 30 g de mantequilla
  • El zumo de medio limón
  • Un puñado de piñones
  • Unas ramitas de hierba del bulbo de hinojo
  • 2-3 cucharadas soperas de aceite de oliva
  • Sal
  • Pimienta

Instrucciones

1.
Lavar el bulbo de hinojo y descartar la base –un poco menos de medio centímetro– ya que suele tener un color marrón porque se ha oxidado. Cortar también las ramitas que tenga con hojas y reservarlas para luego. Cortar el bulbo de hinojo por la mitad y luego en láminas de medio centímetro más o menos.
2.
Calentar el aceite de oliva en una sartén y dorar las láminas de hinojo por tandas con una pizquita de sal. Cuando haya adquirido un bonito tono dorado, retirar y dejar reposar en un plato sobre papel de cocina.
3.
Mientras, poner una olla con agua abundante y sal para hervir la pasta. Cuando el agua empiece a hervir, echar la pasta y dejar que hierva el tiempo que indica el fabricante en el envase. Escurrir la pasta una vez cocida y guardar medio vasito del caldo de cocción.
4.
Una vez se ha terminado con el hinojo, añadir los piñones y tostarlos durante unos minutos. Calentar la mantequilla en un cazo, permitiendo que se derrita, pero sin que llegue a quemarse. Añadir el zumo de limón, 2-3 cucharadas soperas del agua de cocción de la pasta, una pizca de sal y ligar bien.
5.
Poner la misma olla donde se ha hervido la pasta al fuego y mezclar la pasta, el hinojo, las sardinas bien escurridas de aceite, los piñones, las hojas y ramitas de hinojo picadas y la salsa de mantequilla y limón. Remover bien para que no se pegue la pasta y vaya calentándose. Probar, corregir de sal y pimienta y servir.

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Sobre la firma

Raquel Bernácer
Es dietista-nutricionista, cocinera y divulgadora. Máster en Nutrigenómica y Nutrición Personalizada por la Universitat de les Illes Balears y actualmente cursando el Máster en Nutrición, Medicina y Salud Hormonal de la Mujer por la Universidad de Murcia.

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