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‘Haemulpajeon’: tortilla coreana de cebolleta y marisco

Esta tortilla tan exótica es crujiente, jugosa, no lleva gluten y es versátil: también puedes hacerla en su versión vegana. Así que vete quedando con su nombre que lo vas a necesitar.

Una tortilla muy versátil
Una tortilla muy versátilALFONSO D. MARTÍN
Alfonso D. Martín

Hace unos días, descubrí la existencia de un recetario dedicado a cocinarle a Cher. Evidentemente, ante tal maravilla, me puse a investigar, aunque sin mucho éxito (si alguien quiere intentarlo, se titula Cooking for Cher). Ante la situación de cómo sería cocinar para Cher, ya me vi envuelto en un escenario imaginario en el cual me iba de fin de semana con ella, Isabelle Huppert, Samantha Robinson y Brad de Bon Appétit. La situación no se desarrolló nada bien y terminó con algún cadáver de por medio, pero una de las cosas que incluí en este delirio fue la comida que llevaría.

Vale, sí, -casi- todo el mundo adora la tortilla de patatas. Pero existimos seres que tenemos una gran dosis de tontería encima y nos desagrada la patata en todas sus vertientes (excepto casos aislados). Total, que cuando tengo que pensar en algo similar, me acuerdo de la tortilla coreana, llamada haemulpajeon, a la que le puedes añadir casi cualquier verdura.

Hoy os ensañamos a hacer la versión más básica de esta tortilla. Tradicionalmentese usa harina para tempura, pero para evitar hacerla con gluten -sufro de sensibilidad al gluten no celíaca- la suelo hacer con harina de arroz. También podéis usar maicena, almidón de patata, harina de trigo o cualquier otra variedad, aunque tendréis que ajustar la proporción de agua (pero siempre es más o menos 1/1). El ingrediente básico es la cebolleta china, y se suele acompañar de gambas y calamares, pero podéis hacer una versión completamente vegana sustituyendo la proteína animal por setas, col y tofu marinado.

Dificultad: Más fácil que ir a votar (e igual de recomendable).

Ingredientes

Para 2 personas

Para la tortilla

  • 60 g de harina de arroz
  • 65 ml de agua fría (si usáis otro tipo de harina tendréis que ajustar la cantidad de agua; el objetivo es una mezcla con una densidad similar a la de un batido)
  • 1 cucharadita rasa de levadura en polvo (opcional)
  • Unas 5-6 cebolletas chinas cortadas según el tamaño de tu sartén
  • Un calamar grande o dos pequeños.
  • 6-8 gambas crudas y peladas
  • 1 huevo

Para la salsa

  • 2 cucharadas de salsa de soja Tamari (se puede utilizar salsa de soja normal; yo uso Tamari para evitar el gluten)
  • 1 cucharada de vinagre blanco (nos sirve de arroz, de manzana y de uva blanca)
  • 1 cucharada de agua
  • Media cucharadita de aceite de sésamo

Instrucciones

1.
Pelar las gambas y limpiar los calamares. Mezclar con una pizca de sal y reservar.
2.
Preparar la salsa para acompañar mezclando bien los ingredientes.
3.
Hacer la masa con harina, agua, levadura en polvo y sal. Romper un huevo en un cuenco diferente y batir un poco, sin que se mezcle del todo.
4.
Calentar la sartén con unas dos cucharadas de aceite a fuego medio y añadir las cebolletas en trozos grandes formando una base.
5.
Añadir el huevo a la masa y mezclar un poco, pero sin integrarlo del todo (deben quedar como dos fases separadas). Añadir 1/3 de la mezcla a la sartén. Añadir las gambas y los calamares. Cocinar un minuto o un minuto y medio, añadir un poco más de aceite y dar la vuelta con una espátula.
6.
Añadir otro 1/3 de la mezcla y dejar cocinar otro minuto. Volver a dar la vuelta y añadir el resto de la mezcla. Debe quedar jugosa por dentro y crujiente por fuera (tal vez tengáis que subir un poco el fuego unos segundos antes de sacarla).

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Sobre la firma

Alfonso D. Martín
Es cocinero, asesor gastronómico y fetichista de especias y fermentados. De pequeño gateaba al bar de al lado de casa para pedir un huevo duro y después empezó a tener dolor abdominal continuo por echarle picante a todo a escondidas de su madre. Si profanar recetas clásicas fuese un pecado, ya habría pasado los nueve círculos del Infierno de Dante.

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