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Pasta con brócoli, almendras y limón

Si tienes problemas con el brócoli porque de pequeño te lo preparaban demasiado cocido, con esta receta harás las paces con él en un segundo: se prepara al dente y lleva el añadido fresco del limón.

El brócoli bien cocinado es tu amigo
El brócoli bien cocinado es tu amigoJULIA LAICH
Julia Laich

El pobre brócoli goza de muy mala fama entre los antiverduras. Pero hay algo que probablemente ellos no saben y es que llevan comiéndolo sobre cocido toda la vida. Cuando uno le da más cocción de la necesaria, el brócoli se pone blandurrio, de color verde apagado y con olor a pedo (o dicho de manera finolis, desprende un aroma sulfuroso debido a sus componentes azufrados). La buena noticia es que se puede poner solución a estos tres pequeños defectos. Circulan varias teorías sobre cómo evitar el olor del brócoli en la cocina pero para mí la única realmente efectiva es darle una cocción mucho más corta, que a su vez hará que quede al dente y de un color verde atractivo.

En esta receta aprovecharemos el brócoli en su totalidad. El tronco -que nunca pero nunca debería tirarse- suele ser la parte más dulce y basta con pelarlo para quitarle la parte externa más fibrosa. Si luego lo cortas en rodajas o láminas finas y lo aliñas con gracia puedes tener un buen entrante, pero en este caso lo añadiremos a la pasta. Para realzar el sabor de esta crucífera, que tiende a perderlo tras la cocción, añadimos un poco de zumo de limón que le dará potencia.

De más está decir que si te gusta más el romanesco que el brócoli puedes intercambiarlos sin ningún problema. Al igual que podrías sustituir las almendras por el fruto seco que te plazca o hacer una combinación de ellos, o los radiatore -la pasta- por cualquier otro tipo de pasta corta. Con la mantequilla y el limón no hay flexibilidad, lo siento.

Dificultad: Del 1 al 5, cero.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 1 brócoli (unos 700 g)
  • 300 g de pasta seca (idealmente, corta)
  • 50 g de almendras crudas
  • 40 g de mantequilla
  • ½ limón
  • Sal
  • Pimienta

Instrucciones

1.
Llevar a ebullición abundante agua con sal en una olla.
2.
Cortar las flores del brócoli, pelar el tallo y cortarlo en rodajas de unos 5 mm. Una vez el agua esté hirviendo, cocer el brócoli tres minutos y retirar. Opcionalmente, para lograr un color verde más vivo, cortar la cocción poniéndolo en un bol con agua fría con hielo. Reservar.
3.
Llevar nuevamente el agua a ebullición y cocer la pasta siguiendo el tiempo de cocción indicado por el fabricante. Retirar unas cucharadas del agua de la cocción antes de escurrir la pasta.
4.
Mientras, retirar un par de trozos de piel del limón sin la parte blanca y cortar en tiras muy finas. Reservar.
5.
Picar apenas las almendras y tostarlas a fuego medio en una sartén, removiendo y vigilando para que no se quemen. Una vez doradas, bajar el fuego y añadir la mantequilla, el brócoli y el zumo de limón.
6.
Agregar la pasta cocida y tres o cuatro cucharadas del agua de cocción. Salpimentar, integrar bien todos los elementos y servir con las tiras de piel de limón por encima.

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Sobre la firma

Julia Laich
Redactora y guionista, principalmente de gastronomía. Sus textos y recetas han aparecido en EL PAÍS, Bestial! (RTVE), Revista NT y Bon Viveur. Es cofundadora de Bizio, una pequeña productora de sidra vasca, y gestiona el área digital de la revista argentina Anchoa. Graduada en Comunicación Audiovisual y Máster en Reportaje y Documental Transmedia.

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