Albóndigas de pava guisadas
La cocinera Amor González comparte una receta familiar donde la carne de pava se enriquece con chacinas y retoza en una salsa con patatas, guisantes y una picada de almendras y ajo.
La cocinera Amor González comparte una receta familiar donde la carne de pava se enriquece con chacinas y retoza en una salsa con patatas, guisantes y una picada de almendras y ajo.
Aquí acompaña a un pescado, pero la sencillísima salsa de cacahuete de David Chang y Peter Meehan es tan versátil que se puede usar para casi cualquier plato.
El verde lo pone una sencilla salsa de espinacas y perejil. El sabor, un caldo rápido de pescado, y el toque final, una caballa a la plancha. Invitados especiales: el limón, el puerro y el queso.
En esta receta acompañamos la caballa, que está en su fecha óptima de consumo, con una ensalada prima hermana de la ensaladilla rusa. Más fácil y más rico no te lo podemos poner.
La focaccia, prima hermana de la pizza, se prepara con harina, aceite de oliva, sal, agua y levadura. El resultado, una masa esponjosa a la que le puedes cambiar los ingredientes dependiendo de la versión que quieras hacer.
Elegimos una legumbre de buen tamaño y la tostamos ligeramente en una sartén con ajo, especias y mantequilla. La acompañamos de arroz aromático con cebolla cítrica para refrescar.
El aroma fragante del cítrico mediterráneo impregna a la perfección la pasta larga. Para que la receta salga bien solo tenemos que calcular bien los tiempos de cocción.
Una preparación tradicional de la Albufera que solía prepararse con anguila estofada durante largo tiempo con un refrito de ajo y pimentón, pero puede aplicarse a otros pescados y cocciones mucho más cortas.
La carne del conejo, además de ser muy magra y sabrosa, resulta tan versátil como la de pollo. Hoy la utilizamos para elaborar una de las recetas más tradicionales y sencillas con este animal: al ajillo.
La versión malaya del curry combina una potente mezcla de especias con la untuosidad de la leche de coco y la frescura del lemongrass. Un caldo hecho con las cabezas cáscaras potencia el sabor a marisco.
Este plato típico de la prefectura de Kagawa tiene dos ingredientes imprescindibles: los fideos udon y el huevo, que se puede servir crudo entero o algo batido. A partir de ahí hay mil sabrosas versiones de aderezarlo.
El contramuslo del pollo es tierno y jugoso, y cuando está deshuesado y troceado se cocina en cuestión de minutos. Con cuatro ingredientes más para darle sabor y aroma conseguiremos un plato de 10.
Un contramuslo tierno y aromático, acompañado de diferentes tipos de chiles, un poco de pimiento rojo para endulzar y tallo de cebolleta que refresca el conjunto: sacar el wok nunca tuvo mayor recompensa.
La vaina de esta legumbre, prima hermana del guisante, se come entera y sin desgranar. Su sabor dulzón y textura crujiente hace que los tirabeques queden geniales al vapor o salteados, como en esta receta.
Esta receta de origen italiano es tan fácil de hacer como deliciosa. Y lo mejor: queda una salsa a base de cebolla, zanahoria, tomate, vino y el mismo jugo del ave que es para mojar pan durante tres días seguidos.
La cocina de Holanda no es la alegría de la huerta, pero tiene algunas recetas tradicionales que valen mucho la pena. Un ejemplo es este puré a base de guisantes secos con hortalizas y carne de cerdo.
Una menestra con verduras de temporada cocinadas al punto es una auténtica delicia a la que antaño, en las zonas de pastoreo, se le añadía un poco de carne de cordero para dar más contundencia al plato.
Cocinamos la sémola de trigo con un sofrito que admite prácticamente cualquier verdura que tengamos a mano y la proteína que más nos guste. Se prepara en 15 minutos y puede servir como receta de aprovechamiento.
En Occidente no estamos muy acostumbrados a tomar pescado con curry, y deberíamos. Es una combinación deliciosa que ayuda a consumirlo más, además de admitir infinitas combinaciones.
El solomillo Wellington lo petó hace ya algunas décadas y se quedó en muchas mesas por Navidad. En esta receta le damos una vuelta y, en lugar de carne, usamos salmón y espinacas a la crema.
Usamos tinta para dar color a unos fideos finos que tostamos previamente en la sartén y rematamos en el horno. La técnica, además, cocinará los gambones en su punto justo.
Acelgas, huevo cocido y quesos rellenan este pastel salado típico de la cocina genovesa. La receta es algo laboriosa, pero perfecta para celebraciones y ocasiones especiales.
El mar y la montaña, el rape y las setas, se unen en este guiso otoñal. Para esta receta hemos usado níscalos, pero realmente puedes elegir la que quieras siempre que respete el sabor delicado de este pescado.
Algo tan rico y sencillo como una caballa a la plancha puede mejorar aún más con uvas maceradas con vinagre, azúcar y chile rojo. Con poco esfuerzo consigues un plato de gran categoría.
Las patas de pulpo se encuentran ya cocidas en la sección de congelados o refrigerados del supermercado y pueden dar mucho juego sin apenas esfuerzo, tanto en recetas de diario como para ocasiones especiales.
En otoño tenemos a nuestra disposición productos de temporada tan deliciosos como las setas o las coles. En la receta de hoy les sacamos provecho para hacer un plato de lo más otoñal.
Una marinada que potencie sus cualidades puede elevar el sabor y la textura de un pescado hasta la estratosfera. Estos salmonetes con ajo, jengibre, lima y soja lo demuestran al primer bocado.