Arroz meloso de setas y raclette
El arroz a la cazuela queda meloso y con el grano cubierto de sabroso caldo reducido. Juntarlo con setas y rematarlo con queso fundido le aporta un extra de cremosidad y enjundia.
El arroz a la cazuela queda meloso y con el grano cubierto de sabroso caldo reducido. Juntarlo con setas y rematarlo con queso fundido le aporta un extra de cremosidad y enjundia.
La versión de la sopa agripicante que conocemos en Occidente es umami, ácida, se prepara en muy poco tiempo y es fácil adaptarla a una versión vegana.
Si la última comida del día te coge sin energías y con la creatividad bajo mínimos, estas recetas sencillas, saludables y económicas te ayudarán a resolverla con poco esfuerzo y sabroso resultado.
Llenar el horno de verduras una vez a la semana es una estupenda manera de poder utilizarlas después, rápidamente y sin demasiado esfuerzo, en todo tipo de platos fríos y calientes.
El sabor intenso de las setas se suma al umami de la pasta de soja fermentada en esta receta otoñal y reconfortante, ideal para superar con nota las primeras noches frías de la temporada.
Un plato sencillo, vegano y lleno de sabores gracias a la mezcla de especias que integran la salsa. Con un truco extra para que la verdura no quede recocida ni aceitosa.
Otoño es igual a setas, y pocos platos reconfortan más que una crema cuando empieza a hacer fresquillo. Saca el máximo partido a los champiñones con nuestra fórmula probada.
El guiso andaluz de hortalizas procede de la cocina árabe, y en él retozan calabaza, calabacín, cebolla, berenjena, pimiento y tomate animados por un toque de ajo, pimentón y vinagre.
Le damos un par de vueltas a la crema de calabaza definitiva para llevarla a Japón, gracias al sabor del miso y el sésamo, y a Tailandia, con los aromas característicos de la lima y el curry.
Si la crema de verduras te parece aburrida, haz que baile con los piñones. Si quieres darle más enjundia a ese guiso, prepara una majada de almendras: los meses de frío son la mejor temporada para consumir estos alimentos saludables y polifacéticos.
Calabacín, huevo y, si se quiere, patata; un buen aceite de oliva, sal y tiempo para que todo se cocine lento y en su propio jugo: este aperitivo tradicional triunfará si usamos unos buenos ingredientes.
Cortar el calabacín en tiras largas que recuerdan a la pasta italiana nos permite preparar platos ligeros y sabrosos con un simple salteado. El de hoy lo acompañamos con un pesto rojo de anacardos.
Aunque antes su precio era elevado, el salmón ahumado se ha convertido en un ingrediente asequible que podemos celebrar con esta clásica ensalada: servirla en plato de Duralex es opcional, pero muy recomendable.
Si cuando se hace de noche te cuesta un mundo sacar la creatividad y energía necesarias para preparar la cena, estas sugerencias pueden hacerte la vida más fácil sin sucumbir a la comida a domicilio.
Una crece sobre tierra, la otra debajo; una es de verano, la otra de invierno -aunque podemos encontrarla cocida todo el año-, y ambas se alían para convertirse en una sopa refrescante y llena de sabor.
Esta versión de la popular sopa fría andaluza es muy típica en la zona del poniente de esta comunidad. Con un manojo de cilantro fresco, agua, vinagre, pan, aceite y ajo tenemos un entrante veraniego diferente al habitual.
El universo salmorejero no se acaba en la Mezquita y alrededores. Otras zonas de Andalucía o Canarias tienen sus variantes tradicionales, y también es posible jugar a hacer versiones con frutas y verduras.
Los platos únicos puntúan doble cuando el calor aprieta y las energías aflojan. Esta ensalada fresca viene con un truco para preparar una salsa cuya textura no tiene nada que envidiar a la mayonesa.
Tres ingredientes, una planta aromática y un aliño sencillo: esta ensalada es tan fácil que casi ni tiene la categoría de receta, pero puede alegrarte todas las comidas del verano.
La fruta que reina en el verano se acerca a otra protagonista de la estación, la barbacoa, para terminar en una ensalada con queso y frutos secos. Si no tienes pensado hacer fuego, siempre puedes usar la plancha.
Este plato típico ruso es algo así como la versión sopera y sin mayonesa de la ensalada Olivier. Aunque existen muchas variantes, nosotros lo hemos elaborado con daditos de jamón york.
Una técnica sencillísima para meter más verdura en los platos de pasta, aprovechar restos en cantidades pequeñas o grandes y que también puede aplicarse a la verdura congelada. Todo sin ensuciar más que una cazuela.
El gazpacho andaluz no lleva sandía, ni el ajoblanco, pepino, ni el salmorejo se hace con mango. Pero eso no significa que no puedas preparar versiones tan buenas como heterodoxas de estas sopas frías.
Ahora que estamos en verano empiezan a ganar presencia de nuevo las sopas frías. La que protagoniza la receta de hoy aprovecha que los tomates están en plena temporada y los une con un poco de pesto.
El tomate en verano alcanza su máximo esplendor. Es en esta estación cuando se puede disfrutar de su punto ideal y aprovecharlo en elaboraciones tan sencillas y ricas como la que hoy traemos.
Si durante el confinamiento te hiciste con una despensa de resistencia y no has terminado con ella, es momento de abrir la despensa, ver qué latas tenemos y ser creativos al respecto.
Los dioses no crearon esta bebida solo para degustarla en formato líquido: te proponemos un entrante, un plato principal y un postre que demuestran que la birra también es útil en la cocina.