Copas 'banoffee' de plátano, nata y dulce de leche

No por estar pasando el verano más caluroso de los últimos años se han paralizado las reuniones sociales o las comidas de familia. Bien toque ser invitado o anfitrón, te va a tocar preparar un postre en algún momento, así que es importante tener alguna opción rápida que no implique encender el horno bajo ninguna circunstancia.

Lo más sencillo es preparar fruta de temporada con un poco de almíbar -yo siempre tengo alguno infusionado con flores como lavanda, rosa o saúco, que aportan un toque muy veraniego a los postres- y un buen helado de nata o crema de leche. Las tartas frías que no necesitan cocción son una apuesta segura: fáciles de hacer y muy tuneables (de frutos rojos, melocotón, etc). Normalmente se hacen a partir de una mezcla láctea con gelatina y una mezcla de galleta para la base y quedan muy resultonas.

Preparar copas individuales tiene el añadido de que son muy cómodas de servir y pueden hacerse con antelación. De estas tenemos un repertorio bastante amplio: vasitos de queso y frambuesas, mini tartas de queso y plátano, vasitos de frutos rojos con nata o de melocotón con fresa y crema de limón, pero esta vez los vasitos van rellenos de una versión de un banoffee, un postre mítico que normalmente se presenta en forma de tarta.

Intentando aligerar un poco esta dulzura de plátano, dulce de leche, nata y chocolate, he optado por montar la nata sin apenas azúcar, con un poco de cardamomo, pimienta y ralladura de naranja. El tradicional dulce de leche lo he mezclado con un poco de nata y unas gotas de vinagre: la acidez rebaja la sensación grasa y la textura es más suave.

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